Leche Celta crece a doble dígito y supera los 340 millones en ventas el año en el que diversificó su negocio

El grupo lácteo con sede en Pontedeume ha disparado su cifra de negocio desde los 300 millones de euros registrados en 2022 hasta los 342 millones en 2023 mientras culmina su desembarco en el segmento de quesos

Vista exterior de la planta de Leche Celta en Pontedeume

Vista exterior de la planta de Leche Celta en Pontedeume

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Leche Celta acelera su crecimiento. La compañía con base de operaciones en Pontedeume se ha anotado un crecimiento de doble dígito en su cifra de negocio. En concreto, esta rebotó desde el entorno de los 300 millones de euros registrados en 2022 hasta los 342 millones en 2023.

Se trata de un crecimiento del 14% que ha tenido lugar en un ejercicio marcado por la presión al alza sobre los precios de las materias primas, una dinámica que se había acelerado desde el año anterior como consecuencia de los efectos de la guerra en Ucrania (principal productor europeo de maíz).

Leche Celta afronta, de esta manera, su 35 aniversario engrosando el selecto grupo de empresas gallegas que superan los 340 millones de euros de facturación. La compañía, que desde el año 2006 se integra dentro de la portuguesa Lactogal, cerró 2023 con una plantilla media que rondó los 369 trabajadores.

Las inversiones de Leche Celta

La compañía encara con estos números un 2024 en el que profundizará en la diversificación de su negocio. No en vano, Leche Celta ha ampliado su factoría de Ávila para desembarcar en el segmento de los quesos. Tras invertir 13 millones de euros en la factoría del polígono industrial de Vicolocano, la firma ganará una capacidad de producción de 12.000 toneladas anuales en una primera fase.

Leche Celta elevará su plantilla con la creación de 30 nuevos puestos de trabajo en estas instalaciones en las que se centrará en la producción de quesos crema pasteurizados y quesos fundidos.

La de Ávila es una de las tres plantas que Leche Celta tiene en toda España. Las otras dos son su cuartel general en Pontedeume, en donde supera los 200 puestos de trabajo y en donde pondrá en marcha una nueva línea de envasado de mantequilla, así como la factoría que su filial Lácteos de Santander despliega en suelo cántabro.

En todas ellas se producen una media de 365.000 toneladas de productos lácteos cada año. Para ello, Leche Celta se nutre de la materia prima procedente de 552 familias ganaderas de proximidad. La compañía ha sido una de las pioneras en el lanzamiento de su leche de pastoreo con certificación de bienestar animal y, además, en los últimos años ha apostado por la sostenibilidad. A esta materia tiene previsto dedicar una inversión de casi ocho millones de euros en el bienio 2023-24 con iniciativas que giran en torno a la gestión integral de residuos, la implementación de energía renovable o la reutilización de materiales.

De La Vaquera y Campobueno a Iberleche

La compañía ya revolucionó el mercado en su momento con la introducción de envases familiares para la leche. Con ellos distribuye hoy en día los productos de sus tres marcas: Celta, La Vaquera y Campobueno.

A ellas se suma la actividad a través del segmento de marca blanca. Esta la canaliza a través de su filial Iberleche. En ella contó con Clun y Capsa, el mayor operador español del sector, como compañeros de viaje. El grupo asturiano, matriz de Larsa, entró en 2015 mediante una ampliación de capital en la que aportó contratos de suministro y derechos de uso de sus marcas de distribuido.

Sin embargo, esta alianza se rompió en 2023, cinco años después de que hiciese lo propio Clun. De esta forma, Leche Celta pasó a convertirse en socio único de Iberleche, que en el pasado ha abastecido a algunas de las principales cadenas de supermercado como GadisFroiz, DIA Aldi, así como a Carrefour o El Corte Inglés.

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