Los transportistas gallegos amagan con una nueva huelga por la escalada de los carburantes

División entre las principales asociaciones del sector sobre la posibilidad de convocar nuevos paros para exigir medidas para abaratar el precio de los combustibles

Transporte

Dos camiones entran en la Ronda de la Muralla, en una marcha lenta que ha salido desde el polígono de As Gándaras para pasar por varias localizaciones del centro de la ciudad / Europa Press

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Posible huelga a la vista en el sector del transporte. La secretaria general de la Asociación Empresarial de Transporte de Mercadorías por Estrada de Galicia (Apetamcor), Miriam Otero, la principal asociación que apoyó los paros en Galicia en marzo, ha dejado la puerta abierta a volver a repetir estas protestas.

«Ante esta situación, cualquier cosa puede pasar», ha exclamado, antes de urgir al Gobierno que adopte nuevas medidas para atajar esta escalada de precios con lo que evitar la vuelta a los bloqueos.

Estos planes de movilización no son compartidos por la Federación Galega de Transporte de Mercadorías (Fegatramer). Su secretario general, Carlos García Cumplido, considera que «sería un error» volver al bloqueo. Esta entidad, que es mayoritaria en el Comité Gallego de Transportes en Galicia y aglutina al 40% del sector de mercancías en la comunidad, no apoyó el paro de dos semanas que se produjo el pasado mes de marzo.

División entre asociaciones

Por su parte, el presidente de la asociación de empresarios del transporte Asociación Empresarial Transportes Río Miño (Aetram) en Lugo, Diego Arias, aseguraba esta semana que, con el precio del carburante disparado, «ahora mismo es inviable trabajar». Todo ello, en una semana en la que el litro de gasoil está por encima de los 2 euros de forma generalizada en las gasolineras gallegas.

Con el debate abierto sobre la necesidad de volver a huelga, en lo que sí coinciden todos los transportistas gallegos es en urgir medidas a las administraciones para atajar la subida de combustibles y la inflación generalizada, que es todavía mayor en Galicia (casi en el 10%) que en la media española.

En este sentido, García Cumplido indica que la situación es «muy complicada», puesto que la bonificación de 20 céntimos por litro «no surtió el efecto previsto», dado que fue «absorbida por el incremento» que se produjo. De tal forma, indica que están «prácticamente en la misma situación de marzo, con el combustible disparado», a lo que se unen otros factores como escasez de materias primas e inflación acusada.

No obstante, el representante de Fegatramer recuerda que no secundaron el pasado paro porque «no aportaba nada», «por el contrario supuso un sacrificio especialmente importante» para las empresas de transporte más pequeña, pues en esa situación de huelga «no pueden hacer frente a gastos». «Lo veríamos totalmente fuera de lugar», sentencia sobre la posibilidad de ese tipo de movilización.

«Esto no quiere decir que creamos que los acuerdos resuelvan todos los problemas o que vaya al ritmo que nos gustaría», razona García Cumplido. Opina que las medidas específicas del Gobierno para compensar la subida del coste del gasoil también tienen que combinarse con otras «de carácter macroeconómico de reducir la inflación».

También destaca que entre las medidas acordadas en diciembre por el Ministerio de Transportes con el Comité Nacional del Transporte por Carretera todavía quedan por ser desarrollar cuestiones como el reglamento de carga y descarga que «se está ahora mismo elaborando» en comisiones de trabajo, a lo que se suma el proyecto de ley para prohibir trabajar a pérdidas -cuyo primer borrador ha sido presentado esta semana por el Gobierno-.

«incertidumbre y volatilidad»

Por su parte, Miriam Otero, asegura a Europa Press que se vive una «gran incertidumbre y volatilidad», por lo que «ante esta situación cualquier cosa puede pasar». «El Gobierno tiene que tomar medidas pero ya, no queda otra», advierte. «Espero que tome las medidas necesarias para paliar esta subida del gasóleo que es insoportable, no solo para los transportistas, sino para empresas cargadoras que tampoco van a poder repercutir en sus productos», prosigue en su argumentación.

Otero no descarta nada, pero tampoco aclara cuál será la postura de su asociación, puesto que «el paro es una medida de necesidad del sector», «cuando la gente para es porque es una cuestión de necesidad». «No sabemos nada, en una situación de incertidumbre y volatilidad no es posible prever», «igual que era imposible prever una exagerada subida de gasóleo después del paro que se hizo», apostilla.

«Indudablemente siempre que hay un paro los grandes perjudicados son los transportistas, que son los que más pierden, porque un paro patronal tienes que seguir parando al conductor, los impuestos, los seguros», «pero las cargadora también se ven perjudicadas», relata.

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