Ocho años de cárcel para Fernández de Sousa por quebrar Pescanova

La Audiencia Nacional condena a ocho años de cárcel a Manuel Fernández de Sousa por prácticas irregulares y manipulación de cuentas al frente de Pescanova

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La Audiencia Nacional ha condenado a ocho años de cárcel al expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, por la quiebra de la compañía pesquera. Según la sentencia, tanto él como otros 11 acusados, a los que se les han impuesto penas que van desde los seis meses a los tres años y medio de prisión, llevaron a cabo prácticas irregulares «con el objetivo de obtener financiación bancaria para la empresa«. Del mismo modo, resuelve la justicia que los acusados manipularon las cuentas de la compañía para poder captar inversores que acabaron viendo cómo perdían su dinero.

En la sentencia, los magistrados de la Sección Cuarta de lo Penal absuelven a 7 de los 19 acusados y condena a los otros 12 a penas sensiblemente inferiores a las solicitadas por las acusaciones, al entender que los delitos de falsedad en documento mercantil, estafa, falseamiento de cuentas anuales y falseamiento de información económica y financiera se cometieron en concurso medial y no pueden ser penados de manera independiente.

Condena a Pescanova y a a BDO

Además de a las personas físicas, la Audiencia Nacional también ha condenado a las personas jurídicas Pescanova SA, así como a BDO, la auditora de las cuentas de la empresa, a pena de multa y a satisfacer diferentes cantidades en concepto de responsabilidad civil por las cuantías que acabaron perdiendo algunos inversores al recibir información falseada. En algunos casos, llegan a los 51 millones de euros.

La sentencia, de 610 páginas, relata una serie de prácticas irregulares llevadas a cabo desde la dirección de Pescanova, a cuyo frente se encontraba Manuel Fernández de Sousa- Faro. Contaba con la colaboración de los responsables de los departamentos más relevantes, como el de administración, Alfredo Pérez Uros, el financiero, dirigido por Antonio Taboas y determinados empleados de confianza como José Manuel Gil González o Ángel González  Domínguez.

Alzamiento de bienes

La sentencia también considera acreditado que el presidente de Pescanova y su esposa, Rosario Andrade, sacaron 4 millones y medio de euros de las cuentas de España e ingresaron el dinero en dos entidades bancarias de la localidad portuguesa de Valença, después de que se conociera que las cuentas no reflejaban la situación real de Pescanova y se hubieran presentado las primeras querellas. También trataron de transferir el dinero a una cuenta previamente abierta en Hong-Kong.

La sentecia indica que tanto Fernández de Sousa como su mujer trataron de impedir, de este modo, que una parte de la devolución del préstamo de los 6 millones prestados por el presidente de Pescanova en nombre de Sodesco estuviera al alcance de los inversores de Pescanova y para ello sacaron el dinero de España a dos cuentas abiertas en Portugal. La intención de matrimonio, indica la sentencia, era  trasladar parte de la devolución de los 6 millones desde las cuentas de Kiwi S.A, de España a Portugal y desde Portugal a China, para lo cual, Rosario Andrade abrió una cuenta en el “ chartered Bank of China” de la ciudad de Hong Kong.

Poner a salvo su patrimonio

Durante el juicio ambos acusados reconocieron «sin ambages», según la Audiencia Nacional, las transferencias de España a Portugal, aunque discreparon de su carácter delictivo y alegaron que su intención no era ocultar patrimonio a los inversores de Pescanova, sino salvaguardar su patrimonio a la vista de los inconvenientes derivados de la situación económica de la sociedad. Por estos hechos, el expresidente de Pescanova resulta condenado a dos años de cárcel y a uno su mujer por delito de alzamiento de bienes.

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