Pharma Mar apuesta todo a la oncología: cierra su filial de diagnóstico tras vender su negocio químico

Los de Fernández de Sousa liquidan Genómica, la división de los test Covid, tras las desinversiones en Zelnova y Xylacel, que vendió por más de 50 millones

El presidente de Pharma Mar, José María Fernández de Sousa / EFE

El presidente de Pharma Mar, José María Fernández de Sousa / EFE

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Pharma Mar, la biofarmacéutica de José María Fernández de Sousa, apuesta todo a la oncología. Es una de las conclusiones que se extraen de su último movimiento societario, anunciado este martes, a cierre de mercado, ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El consejo de administración de la cotizada de origen gallego ha decidido liquidar su filial de diagnóstico, Genómica, controlada al 100% por el grupo.

No es el único movimiento en esta línea en los últimos años, en los que optó por abandonar su negocio químico. En septiembre de 2018, Pharma Mar anunció la venta de Xylazel, empresa dedicada a la producción y comercialización de productos para la protección y decoración de la madera y el metal. El comprador fue AkzoNobel y el importe de la operación llegó a los 21,8 millones de euros. La situación de la filial distaba de la de Genómica, que solo fue rentable durante el año del Covid. En su último ejercicio bajo el paraguas de la antigua Zeltia, Xylazel obtuvo una cifra de negocio de 20,5 millones de euros, situándose como una de las empresas líderes de su segmento en España.

Adiós al negocio químico

Unos meses después, en mayo de 2019, vendió Zelnova Zeltia, la filial que aún mantenía en el segmento químico y que comercializa marcas tan conocidas como Casa Jardín o Kill Paff, a Allentia Invest y Safoles, por 33,4 millones de euros. El negocio quedó en casa, ya que detrás de esas sociedades de inversión está Pedro Fernández Puentes, primo de Fernández de Sousa, vicepresidente de Pharma Mar y presidente de la farmacéutica Zendal, cuyo conocimiento mediático despegó durante la pandemia al lograr un contrato de producción con uno de las farmacéuticas del Covid a nivel mundial, la americana Novavax.

El negocio de Zelnova era y es rentable, como evidencian las cuentas de la sociedad depositadas ante el Registro Mercantil. Con una cifra de negocio de 45 millones de euros, el año 2020 lo cerró con un beneficio neto disparado de 4,2 millones debido a la venta de geles hidroalcohólicos. El pasado lo terminó con unas ganancias de 1,6 millones, en todo caso, superiores a las prepandémicas.

El precedente de Noscira

Antes aún de las desinversiones en el segmento químico, en 2012, la farmacéutica (entonces aún bajo el nombre de Zeltia) llevó a cabo un movimiento muy simular al que ahora acomete con Genómica. En situación de quiebra técnica, decidió liquidar la filial Noscira, afectada por el deterioro de la inversión realizada en su medicamento tideglusib, un fármaco contra el alzheimer que no alcanzó resultados satisfactorios en los ensayos clínicos.

Ahora, Pharma Mar opta por liquidar Genómica, con una plantilla de alrededor de 44 empleados, dentro de su estrategia de “focalizarse en su actividad principal de desarrollo y comercialización de fármacos” y, ahí, la joya de la corona la tiene el Zepzelca, el medicamento para cáncer de pulmón que ha disparado sus ingresos en los últimos años.

Segmento “no estratégico”

“Dada la importante inversión que sería necesaria para hacer crecer este segmento de actividad junto a un entorno de caída de los precios y márgenes del sector, el consejo de administración de Pharma Mar, tras evaluar diferentes alternativas, ha tomado la decisión de no continuar con este segmento de actividad”, indica, para dejar claro que el mismo “no es estratégico para el grupo”.

No es la primera vez que Pharma Mar evidencia que sus otras líneas de negocio al margen de la oncología no son prioritarias. En su informe de gestión correspondiente al ejercicio 2018 explicaba que “tiene identificadas una serie actividades, referidas a negocios no oncológicos que, si fuera necesario, podrían posponerse sin perjudicar la parte central del negocio, lo que le da la flexibilidad suficiente para adaptar las necesidades de inversión a los recursos disponibles de una forma ágil”. Todo ello para concentrarse, entonces, en el Zepsyre, el antiguo nombre del Zepzelca, su actual gran fuente de ingresos.

La apuesta no le fue mal, a tenor de los datos: No en vano, la firma que preside José María Fernández de Sousa ya se ha asegurado pagos fijos por valor de 300 millones de dólares como upfront y por la aprobación acelerada del fármaco en Estados Unidos (lo comercializa la irlandesa Jazz Pharma). Estos 300 millones dosifican su entrada en la cuenta de resultados, generando una fuente continua de ingresos.

La caída de Genómica

Genómica, cuya CEO es Rosario de Cospedal, hermana de la exministra Dolores de Cospedal, aborda su liquidación con una facturación en 2021 de 5,2 millones de euros y unas pérdidas netas de 3,2 millones. En los seis primeros meses del año, la filial logró unos ingresos de 2,8 millones, un 12% más, debido fundamentalmente a las ventas de Pneumovir, por el aumento de las enfermedades respiratorias con la caída de las mascarillas, y por un incremento en la facturación de los test de diagnóstico del coronavirus.

La división de diagnóstico solo fue rentable un año, el del Covid, cuando sacó al mercado de forma muy temprana kits de PCR y antígenos.

Sylentis y Aplidin

Si no hay más cambios, cuando se complete la liquidación de Genómica, Pharma Mar solo mantendrá una filial más al margen de la oncología, la que representa Sylentis, sociedad centrada en el tivanisirán para el tratamiento de la enfermedad del ojo seco.

La división de negocio que representa Sylentis se anotó unas pérdidas después de impuestos de 9,3 millones el pasado año. No obstante, este mismo ejercicio inauguró una planta específica en Madrid e inició, en abril, el proceso de reclutamiento de pacientes para abordar en Estados Unidos un nuevo ensayo de fase 3 para evaluar la seguridad a largo plazo de su fármaco contra el ojo seco, lo que parece garantizar su futuro.

Aunque no con filial propia, lo cierto es que Pharma Mar mantiene una línea de negocio más: la del sector de los antivirales, representado en el Aplidin, su medicamento contra el Covid para pacientes ya infectados. Un fármaco aún en fase de ensayo clínico que la disparó en bolsa durante 2020 pero que no ha llegado a comercializarse y cuya estela se ha ido apagando debido a las vacunas. El ejercicio de la pandemia, los de Fernández de Sousa pusieron en marcha una nueva Unidad de Virología con el fin de “investigar, desarrollar y aportar medicamentos en enfermedades víricas para las que todavía no hay tratamientos eficaces”.

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