Tasga, la ‘discreta’ energética gallega que quiere una central de bombeo en Meirama

Con sede en Santiago y vinculada al dueño de Copasa, Tasga Renovables explota más de 40 MW eléctricos en la comunidad y el pasado año adquirió cinco plantas fotovoltaicas

Rehabilitación del lago de Meirama. Naturgy

Rehabilitación del lago de Meirama. Naturgy

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Al calor de la descarbonización, muchos actores del sector energético gallego hasta ahora poco conocidos comienzan a saltar a la palestra. Es el caso de la compostelana Tasga Renovables que, según los datos del Registro Mercantil, está presidida por Control y Gestión de Acciones, firma en manos de José Luis Suárez, el empresario al frente de la constructora ourensana Copasa. La compañía saltó a los medios por su intención de desarrollar en Cerceda (A Coruña) una central hidroeléctrica reversible que, de salir adelante, situaría una de sus balsas de agua en el propio lago de la antigua térmica de Meirama.

Tasga es una compañía marcada por la discreción, aunque un repaso a su última memoria anual da cuenta de un negocio en crecimiento impulsado por la energía hidroeléctrica y fotovoltaica. La historia de la firma comenzó en el año 1998 cuando consiguió su primera concesión hidroeléctrica para la construcción y explotación del Salto de Gomil, en el río Mandeo. Hubo que esperar hasta 2004 para verla en marcha, con una potencia nominal de 9,5 megavatios (MW). Tras este, vendría el Salto de San Xusto, el de Touro y el de Hermida. En la actualidad, explota más de 40 MW hidroeléctricos en Galicia y según sus redes sociales cuenta con “una cartera en fase avanzada de desarrollo de más de 300 MW eólicos”.

Diez millones de ingresos anuales

El último balance consolidado de Tasga Renovables depositado ante el Registro Mercantil indica que la sociedad cerró el pasado ejercicio con unos activos de más de 60 millones de euros y un patrimonio de 27,4 millones. En 2021, la cifra de negocios fue de 9,9 millones de euros, en línea con los 10 millones del ejercicio precedente. El resultado de explotación, el propio de la actividad del grupo, se situó en 4,4 millones de euros, por debajo en este caso de los 5,3 millones acumulados en pandemia. Las ganancias consolidadas se quedaron en uno 370.000 euros frente a los 4 millones con los que cerró 2020. La sociedad dominante del grupo, en todo caso, logró de forma individual un beneficio de 3,8 millones.

Hay que tener en cuenta que el 2021 fue un año de compras, según la memoria que acompaña su balance. Sus administradores destacan como adiciones más significativas la adquisición, por parte de la sociedad dependiente Intilux 10, de cuatro plantas fotovoltaicas, por 630.000 euros cada una, situadas en Ardales (Málaga), así como otra más localizada en Mota del Marqués (Valladolid) y que adquirió por 570.000 euros.

La práctica totalidad de los ingresos de Tasga proceden de la venta de energía. De los 9,9 millones de euros conseguidos en 2021, 8,9 millones proceden de la venta de energía hidroeléctrica mientras que algo más de 800.000 euros son de fotovoltaica.

Hidroeléctrica de bombeo

El pasado año, Tasga constituyó la sociedad Coventina Renovables, con la que impulsa la central de bombeo que pretende levantar en el lago de Meirama. El proyecto de la misma ya habría logrado pasar el filtro inicial de Augas de Galicia, que considera que es compatible con la normativa de aplicación en la materia, el Plan Hidrológico Galicia-Costa. En todo caso, la propuesta, de salir adelante, tendría todavía que pasar los distintos trámites ambientales pertinentes.

De momento, lo que ha trascendido sobre la hidroeléctrica de bombeo es que cuenta con un presupuesto estimado de 357 millones de euros y unos seis años de trabajos.

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