Niño Becerra: «Galicia tiene posibilidades en la zona Atlántica, pero el resto lo tiene crudo»

El Catedrático de Estructura Económica considera que la fuga de jóvenes es "una sangría de recursos que alguien tiene que atajar" y cree que las pymes sobrevivirán como "satélites" de las grandes corporaciones

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En el aeropuerto de Lavacolla, a punto de coger un avión, Santiago Niño Becerra sigue viendo un panorama poco halagueño. El catedrático de Estructura Económica en la Universidad Ramón Llull cree que el paro en España es estructural, que las grandes corporaciones adquirirán un poder voraz, que los derechos de los trabajadores seguirán cayendo en picado y que, en definitiva, los recortes de la crisis solo han sido el comienzo, no el punto final. Acaba de participar en el Foro aprende a financiarte, organizado por la Cámara de Comercio de A Coruña, y le queda algo de optimismo. «Es una idea muy buena y muy dinámica. Si la sumas, por ejemplo, al Campus Google de Madrid, combinas las dos, y ves que todo buen proyecto va a poder financiarse. Pero, cuidado, los buenos proyectos, los necesarios, otros que hasta hace una década obtenían crédito ya no lo tendrán».

 

En Galicia hemos seguido al pie de la letra la hoja de ruta del control del gasto y del déficit público, pero nos hemos encontrado con el mayor retroceso en actividad industrial en España. ¿Se nos puede quedar cara de tontos?

Galicia es una región que tiene una zona con posibilidades, la Atlántica, pero el resto, el interior, lo va a tener muy complicado. Es una región que está haciendo cosas, que tiene empresas que exportan, pero no olvidemos que tenemos un superávit interregional del 8,2%. Es una región que recibe. Hay empresas que marcan la pauta y pequeñas oscilaciones pueden suponer una caída de la actividad industrial. Inditex está deslocalizando, por ejemplo. Son goteos, pero con empresas como Citroen o Inditex, que acaparan tanto del PIB y del Valor Añadido, acaban afectando.

Se nos marchan los jóvenes cualificados y usted nos dice que no hay solución, que no hay trabajo para todos por muy bien que se hagan las cosas

Así es. Una economía es capaz de generar la demanda que es capaz de generar. Si la oferta es mayor, hay un excedente. El acceso a la formación universitaria ha aumentado muchísimo, que es muy deseable, pero no hay oferta de trabajo suficiente para estos chicos y chicas que tienen una alta formación. Su salida es irse. ¿Podría evitarse? Sí, claro que sí, planificando las necesidades de formación, pero eso significaría meterse en la libertad individual y generaría un problema político. En Galicia, como en el resto de comunidades que tienen las competencias transferidas, hay una inversión que no se aprovecha en esos jóvenes y eso supone una sangría de recursos que algún día se tendrá que afrontar.

Mientras tanto, nuestra población envejece. Algunos economistas dicen que la crisis demográfica es el mayor problema económico de Galicia ¿Exageran?

Es un problemón. Considero que seguimos hablando de lo mismo, si hubiese demanda de trabajo, esto no sería un problema. ¿Como se resuelve hoy? Ni la más remota idea. Se puede paliar a través de cosas como la renta básica. Pero eso implicaría asumir que el paro es estructural.

Usted dice que lo es

Sí. Y no solo yo. El BBVA Research publicó un informe en el que habla de un desempleo estructural de 18% para después de la crisis. No es un tema de coyuntura. Y además hablamos de paro estructural, el estacional imagínese donde puede llegar.

Pero el paro está bajando, ¿no?

Antes ibas a un hotel y a las 10 tenías arreglada la habitación, ahora la tienes a las 12. Para mejorar la competitividad, en lugar de invertir, lo que se hace es recortar personal. Lo que está sucediendo es que las contrataciones son a tiempo parcial, subempleo y salarios bajos. Por decirlo de alguna manera, se está repartiendo el trabajo.

La CEOE se empeña en darle la razón y nos pide más modelos de contratos temporales, facilitar el despido… ¿Esto es una decisión empresarial o es un problema de estructura económica?

Es un problema de contexto económico y de modelo productivo. Sería malo que el trabajo se sustituya por inversión, pero eso significaría que el PIB aumentaría porque el valor de lo producido aumenta y esto no es así, no está pasando. Se está ganando competitividad a través de reducir los costes laborales. Pero este mecanismo tiene limite. Es un problema físico. No podemos imaginar un trabajdor cobrando 200 euros mensuales. Y cuando el sector exterior se colapse ni siquiera habrá la solución de las exportaciones.

Ha asistido a un encuentro con pymes, pero usted sostiene que el futuro estará comandado por las grandes corporaciones. ¿Qué queda para la pequeña y mediana empresa?

El futuro de las pymes necesarias es convertirse en satélites de las grandes corporaciones. Temas muy específicos, que no les interesen y que puedan asumir ellas. La empresa mediana puede sobrevivir también en cosas muy concretas, muy especializadas, como artículos de lujo y megalujo; y las industriales tienen campo trabjando con nuevos materiales. Aún así, la pervivencia al margen de las grandes corporaciones, como vuelo libre, yo no lo veo.

– No habrá financiación tampoco entonces…

El problema no es tanto de asesoramiento, que también lo es, como de viabilidad de los proyectos. Un proyecto si no tiene ojos y cara, una viabilidad cierta, va a ser muy complicado que encuentre financiación. Las subvenciones cada vez serán menos, así que no quedará más remedio que recurrir a otras vías, que son los bonos o los bancos… Los proyectos buenos, las gestiones útiles y necesarias, van a tener financiación, sea por una o por otra vía. Las cosas que no tengan una utilidad manifiesta lo van a tener crudo.

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