La culpa total la tiene Siniestro
Alumno nada aventajado, a pesar de provenir de la Universidad, Íñigo Errejón se apunta a la moda de las misivas conminadoras; su carta a no se sabe muy bien quién ni tampoco sabemos a santo de qué, sería descartada por los maestros Julián Hernández y Alberto Torrado, profesores ambos en la Universidad Libre de Vigo, y agasajada con un sonoro cate: no se entiende nada