Feijóo recupera el ‘chavismo’ para defenderse de la crisis en sanidad

El presidente de la Xunta tilda de “bolivariana” la comisión paralela sobre sanidad de la oposición, que le pide más recursos

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Si Venezuela perdió uso en el PP a medida que Vox y Ciudadanos fueron preocupando a Pablo Casado más que Podemos, el chavismo continúa siendo un comodín útil cuando la actualidad así lo demanda. Alberto Núñez Feijóo lo recuperó en un debate en el Parlamento sobre la sanidad gallega, que está en plena revuelta de profesionales por las carencias de la atención primaria o los atascos en el servicio de urgencias.

El presidente de la Xunta tildó de bolivariana a la oposición. El PSdeG replicó que el PP actuaba “como Maduro”. Y Feijóo acabó diciéndole a En Marea que no se puede defender el “régimen chavista” y la sanidad pública gallega, por una mañana estrechamente ligados en la Cámara.

Los problemas en sanidad representan un debate incómodo para el presidente de la Xunta, pues es el área donde más rechazo ha cosechado en su década de gestión. También ayuda a enfangar el diálogo la proximidad de las municipales, con todos los partidos con representación en la Cámara, quizá con la excepción del BNG, atravesando líos internos.

Feijóo y la “comisión bolivariana”

En todo caso, el debate sobre la sanidad estaba viciado de origen. Los tres grupos de la oposición, En Marea, PSOE y BNG, abandonaron la comisión abierta en el Parlamento sobre este tema alegando que el PP vetó comparecientes clave y formaron una comisión paralela. Este miércoles, pedían explicaciones a Feijóo sobre su gestión en el ámbito sanitario y el presidente de la Xunta alegaba que ya las dio en la comisión específica sobre el tema.

«Si ustedes viniesen a debatir conmigo ya verían lo que dije, pero como tengo respeto a este Parlamento no tengo ningún inconveniente en recordarlo», dijo el líder de los populares gallegos antes de acusar a la oposición de crear una “comisión bolivariana”, hacer el “ridículo” durante la sesión de control y buscar “denigrar la sanidad pública siempre que tienen ocasión”. Este argumento se escuchó repetidamente desde las filas del PP, que incluso llegó a asegurar que las manifestaciones de protesta que congregaron a miles de personas tenían detrás a los grupos de la oposición.

El plan de 200 millones del BNG

Ana Pontón, portavoz del BNG, lanzó en la Cámara la propuesta que ya había anunciado días atrás, un plan de choque de 200 millones para Atención Primaria. También reclamó a la Xunta la convocatoria de 6.067 plazas que, según sus cifras, hay vacantes en el Sergas. Aderezó el discurso llamando a Feijóo ‘Terminator’ de la sanidad pública y recordando los diversos conflictos de los últimos meses, como la dimisión en diciembre de una veintena de jefes de servicio de Atención Primaria en Vigo, la huelga indefinida en Urgencias del Hospital Clínico de Santiago o las protestas en los PAC.

Fernández Leiceaga, portavoz socialista, celebró la rectificación de la política del Gobierno gallego, en alusión al proceso de diálogo abierto con los profesionales para modificar los servicios de Atención Primaria. El PSdeG pidió a Feijóo que se mirase en el espejo de Emilio Pérez Touriño y recalcó que Galicia está «a una distancia sideral» de otras comunidades en materias como el número de médicos por habitante.

El portavoz de En Marea, Luis Villares, recordó al presidente de la Xunta que la comisión paralela se creó porque el PP “vetó la comparecencia de las víctimas de los recortes” y le pidió que escuchara a las dos “multitudinarias manifestaciones” de Vigo y Santiago en defensa de la sanidad pública.

La sanidad pública gallega y Chávez

Feijóo replicó a Villares que los derechos que se recortan “son en su organización”, entrando en los líos internos de En Marea. «No voy a entrar en la trampa de cómo está su partido y de cómo están los enemigos políticos de dentro de su partido. Solamente tiene que mirar en los escaños que lo rodean: en el escaño que le rodea (el portavoz nacional de Anova, Antón Sánchez) se quiere ir con Bildu y el BNG a las europeas, y el siguiente escaño (la exsecretaria xeral de Podemos Galicia, Carmen Santos) no quiere saber nada de las mareas. Y los alcaldes de las mareas no quieren saber nada de usted”, dijo.

También recordó que la diputada Eva Solla, quien en una ocasión compareció en la tribuna con una camiseta en la que se leía ‘Chávez, te lo juro, voto por Maduro’. «¿Cómo se puede defender la sanidad pública en Galicia y simultáneamente defender el régimen chavista? (…) El único derecho social que hay en Venezuela es el derecho a la miseria, señorías. Por eso nosotros nunca vamos a compartir sus políticas sanitarias, porque sus políticas sanitarias bolivarianas no tienen nada que ver con las políticas de un pueblo libre que vota y respeta al Parlamento», insistió Feijóo.

Pedro Sánchez y Maduro entran en el debate

El presidente de la Xunta reiteró su petición de convocar más plazas MIR ante el «déficit» de facultativos en España, lo que ya fue rechazado por el Ejecutivo central: «¿Se dedica a algo el Ministerio de Sanidad socialista?«.

Leiceaga replicó que esta postura de la Xunta es de «hace unos meses», tras la moción de censura que permitió la salida de Mariano Rajoy de La Moncloa. «¿Cuándo solicitaron ustedes la ampliación de los MIR? ¿En el año uno de su Gobierno, en el año tres, en el año cinco, en el año siete? ¿O fue hace unos meses?», preguntó el portavoz socialista, quien acusó al PP de comportarse «como Maduro, impidiendo que los opositores a su política pudiesen expresarse» en la comisión de investigación.

Contra el bipartito de hace una década

Feijóo volvió a la carga reivindicando que 2019 es el año en que la sanidad gallega cuenta «con más presupuesto que nunca», cifrado en 4.000 millones, «un 10% más que cuando gobernaba el bipartito, teniendo 1.000 millones de euros menos de presupuesto» general para toda la Comunidad. «¿De qué se nos acusa? De mejorar la sanidad pública. Acepto la acusación», bromeó.

Respecto al Gobierno de PSOE y BNG también criticó que en cuatro años se construyeron, de acuerdo con sus cifras, “solo cuatro centros de salud”, mientras que el Ejecutivo autonómico del PP lleva «54» desde el año 2009. Seguidamente, acusó al bipartito de dejar las «mayores listas de espera de la historia» y «no invertir en tecnología» sanitaria.

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