La bodega, una casa amable

Plaza Molina, 2 93 217 71 85 www.labodegapmolina.com

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Luis y su hija han sabido darle a esta antigua bodega del barrio de Sant Gervasi el toque de amabilidad y buen servicio que hace que todo el mundo se sienta muy cómodo en su casa. Inicialmente fueron clientes de la zona, gentes que vieron su transformación de local de bebidas a magnífico restaurante pasando por el intermedio de la tasca especializada en torradas con embutidos. Hoy quedan restos de cada una de esas etapas, desde la presencia de toneles de vinos y licores que tanto contribuyen a su personalidad informal, a las especialidades de cocas calientes y frías de la carta. La clientela es variopinta, pero abundan los que conocen la casa de antiguo, hijos de buenas familias del barrio, como Sandro Rosell, profesores bien retribuidos y mejor relacionados, como Pedro Nueno, del IESE. En general, es un público que acude a comer bien, entre amigos o familiares, sin estrecheces de bolsillo; y turistas bien asesorados.

El dueño complementa su amplia y políglota carta –la tiene escrita en 17 idiomas, además del braille- con un singular desfile de materias primas por elaborar y platos ya preparados por las mesas. El personal está bien enseñado y define la oferta con los gags que le ha enseñado el dueño. “Ostras, Pedrín”, repite incansable el camarero filipino cada vez que las presenta a los comensales.

Es una cocina tradicional del país -calçots rebozados, caracoles, butifarras, croquetas de carn d’olla– con toda clase de incorporaciones de otros territorios -atún hecho de distintas formas, filete para rustir en plato refractario- y con un resultado final muy redondo. La carta está organizada de tal manera que facilita comer de picoteo, en plan tapas. Gran variedad de vinos y cavas, y hasta hace poco una soberbia carta de puros. Tiempo atrás, Luis, que vio en el asunto un posible negocio, se hizo con un local muy próximo para montar un club de fumadores, pero el embrollo de la legislación actual ha dejado dormido el proyecto a la espera de que todo se aclare.

Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp