Renfe impulsa la renovación de Rodalies con un préstamo de 500 millones del Banco Europeo de Inversiones
Los nuevos convoyes ofrecerán una capacidad sensiblemente mayor que la flota actual
La compañía firmó el acuerdo con sindicatos
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El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha concedido a Renfe hasta 500 millones de euros para modernizar la flota de Rodalies y media distancia en Catalunya, una inyección financiera que se materializa en un primer tramo de 250 millones firmado ahora y que se destinará a la compra de 101 nuevos trenes eléctricos.
La operación está dentro de la estrategia europea de movilidad sostenible y supone un salto relevante para un servicio muy cuestionado por sus incidencias, retrasos y años de infrafinanciación.
Los nuevos trenes sustituirán elementos de la red que data de comienzos de los años noventa, al final de su vida útil, y permitirán aumentar tanto la capacidad como la fiabilidad del servicio.
Del total de 101 unidades, 69 serán de alta capacidad para los servicios suburbanos del entorno de Barcelona y 32 se destinarán a media distancia y regionales, reforzando conexiones internas en Catalunya.
Además de renovar la flota, el préstamo es una pieza más de un mosaico de inversiones públicas que incluye los 77 millones de euros pactados entre la Generalitat y Renfe para actuaciones urgentes en Rodalies entre 2025 y 2026, y otros programas específicos de mantenimiento y modernización ya anunciados.
El objetivo es revertir la imagen de un sistema ferroviario saturado y poco fiable, y alinearlo con los estándares de las grandes áreas metropolitanas europeas.
Un préstamo estratégico del BEI para el ferrocarril catalán
El acuerdo con el BEI contempla una financiación total de 500 millones, de los que ahora se activan 250 millones como primer tramo.
La financiación se destina a trenes eléctricos que operarán principalmente en la red de Rodalies y en servicios de media distancia, evitando inversiones en combustibles fósiles y reforzando el papel del tren como modo de transporte de bajas emisiones.
Los nuevos convoyes ofrecerán una capacidad sensiblemente mayor que la flota actual: se pasará de unas 830 personas por tren a composiciones que podrán transportar entre 900 y 1.800 viajeros, dependiendo del tipo de unidad.
La operación se integra en la prioridad de política pública del BEI denominada “Ciudades y regiones sostenibles”, la misma línea a través de la cual la entidad europea ya financió en 2024 otros 225 millones para modernizar trenes de alta velocidad y mercancías de Renfe, incluyendo locomotoras eléctricas y la implantación del sistema ERTMS.
La continuidad evidencia una apuesta a largo plazo por el ferrocarril español como herramienta de descarbonización y mejora de la movilidad diaria.
Las nuevas unidades serán además más accesibles para personas con movilidad reducida, con pisos bajos parciales o totales, rampas integradas y mejoras en la información visual y acústica a bordo. Esto atiende tanto a la normativa europea como a las demandas de entidades sociales que llevan años denunciando las dificultades de acceso en parte de la flota actual.
Todos los trenes irán equipados con el estándar europeo ERTMS (European Rail Traffic Management System), que busca mejorar la seguridad, la interoperabilidad y la eficiencia en la operación ferroviaria.
La implantación de este sistema, que ya se está desplegando en corredores de alta velocidad y en parte de la red convencional, permite incrementar la regularidad, reducir errores humanos y facilitar que los distintos operadores y sistemas nacionales trabajen bajo un lenguaje técnico común.
