Roig Robí, el restaurante más femenino

Probablemente responde al hecho de que el alma mater del establecimiento es una mujer, Mercedes Navarro, pero lo cierto es que Roig Robí es el restaurante con más toque femenino de la ciudad. Es elegante y sencillo. Su decoración es muy agradable; te sientes en un lugar cuidado, pero con mucha comodidad, una sensación que el servicio también transmite.

Eso no quiere decir que entre su clientela haya menos hombres que en el resto de los locales de alto nivel de la ciudad, sobre todo al mediodía. Todo el mundo de los negocios de Barcelona pasa por esta casa, situada en una pequeña calle, en un edificio discreto, encima de la Diagonal, a la altura del inicio de Vía Augusta, que tiene un coqueto patio-jardín al fondo que en ciertas épocas del año resulta muy gratificante, incluso aunque solo sea como vista para los comensales del salón principal.

La buena cocina, el ambiente y la ubicación han hecho del local un punto de referencia en Barcelona. No he ido ni una sola vez en la que tanto mis acompañantes como yo no hayamos tenido que saludar a otras mesas, que están suficientemente distanciadas como para que las conversaciones sean privadas. Ya digo que toda Barcelona, especialmente la del mundo de las empresas y de las instituciones, pasa por allí. Los años de experiencia y el prestigio que ha adquirido han hecho que figure también en todas las guías gastronómicas, lo que le proporciona otro tipo de clientes que acuden con el deseo de probar la cocina catalana evolucionada con el toque personal de Mercedes Navarro, una mujer que de los fogones de su casa pasó a la restauración con el éxito que le proporcionan 30 años de andadura.

Ese tipo de comensal es más nocturno y puede disfrutar mejor de sus platos, que en general tiran un poco hacia la contundencia, aunque el local tiene el acierto de incluir siempre en sus cuatro cartas anuales platos ligeros pensados para el mediodía. Son recomendables sus arroces, las albóndigas y su famosa merluza estilo Roig Robí. Siempre atenta a las tendencias y a los gustos de sus comensales, Mercedes Navarro ha introducido un menú estupendo de 39 euros, sin vino, que se adapta a los tiempos que vivimos y a la competencia de los bistronomics que tanto peso han adquirido en el panorama barcelonés de los últimos años.