La diplomacia española   

La diplomacia se ha convertido en una actividad clave para poder interpretar el nuevo orden mundial

Viajes a China y EEUU para ahondar o aplacar a nuestros aliados. Encuentro en Madrid con del Ministro de Exteriores de Marruecos para verificar que todo sigue igual y empezar a sopesar el impacto que puede tener para el Gobierno, tras la muerte del Papa Francisco, el nombramiento de un Papa mucho más conservador.

La diplomacia se ha convertido en una actividad clave para  poder interpretar el nuevo orden mundial. El político Henry Kissinger en su influyente ensayo Diplomacia observaba: “Casi como por efecto de alguna ley natural, en cada siglo parece surgir un país con el poderío, la voluntad y el ímpetu intelectual y moral necesarios para modificar, según sus propios valores, todo el sistema internacional”.

Al observar cómo se conduce la administración norteamericana, liderada por Donald Trump, se puede establecer que EEUU ha tomado conciencia de que su poderío, incontestable en el siglo XX, está siendo disputado en el XXI por China y el ascenso económico y tecnológico de los países que integran el BRICS ( Brasil, Rusia, India China, Sudáfrica, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Irán e Indonesia).

«El gobierno español explora a través de la diplomacia cómo encaja España en el nuevo orden mundial y lo hace sin saber muy bien qué papel tiene asignado»

La agitación diplomática de países como España se debe al hecho de que se encuentran en medio de una disputa en la que solo pueden alcanzar a interpretar lo que está ocurriendo. Es una actividad diplomática destinada  a tranquilizar a la opinión de pública española  más que a influir en las decisiones estratégicas de EEUU, China o Rusia.

Cuando Pedro Sánchez utilizó el término “armonía” para explicar el propósito de su viaje a China buscaba acercarse a la cultura china, donde dicho concepto evoca términos como convivencia, paz y, sobre todo, equilibro respetuoso entre diferentes y armonía en oposición a aranceles que remiten a divisiones, conflicto e inestabilidad.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares (i) Foto: Ricardo Rubio / Europa Press

En su viaje a EEUU, Carlos Cuerpo, Ministro de Economía, manifestó, tras su reunión con el secretario del Tesoro de EEUU, que España tiene  “la puerta está abierta a la negociación”; por su parte, José Manuel Albares, Ministro de Exteriores, ante Naser Burita, Ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, indicó que las relaciones entre ambos países se encuentran en su “mejor momento histórico”.

La diplomacia española se centra en la espera de lo que decida Donald Trump, Xi Jinping, Mohamed VI o el Vaticano, no para actuar, sino para coordinar con dichos países la respuesta que se espera de España. El gobierno español explora a través de la diplomacia cómo encaja España en el nuevo orden mundial y lo hace sin saber muy bien qué papel tiene asignado.   

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