Lobo amarillo sí come lobo amarillo 

Dalmases pasará a la historia por haber dado a torcer no su brazo, sino el de la subdirectora de un programa de TV3

Quién me iba a decir a mí, y puede que hasta a algunos de nosotros, que llegaría/llegaríamos a sentir pena/asco por la cacería/fatwa contra el diputado (por ahora) y exvicepresidente de Junts per Catalunya Francesc de Dalmases. Al final, lobo amarillo sí come lobo amarillo.

Las feroces dentelladas por lo general reservadas a los enemigos de la independencia pueden hundirse sin piedad, qué cosas, en las posaderas y hasta en la yugular atónita del Manuel Godoy de una Laura Borràs que siempre se ha creído la versión catalana de la duquesa de Alba.

Si nada lo remedia, Dalmases pasará a la Historia por haber dado a torcer no su brazo, sino el de la subdirectora de un programa de TV3 donde, en su opinión, habían entrevistado muy malamente a Borràs. Repugnante comportamiento que, ya lamento decirlo, ojalá fuera cardo de un día.

Los periodistas catalanes y españoles viven ahora mismo en algo más parecido a la purga continua que a la libertad de información y de expresión. Lo más triste del caso, tal y como los implicados lo cuentan y como también recoge el informe de Magda Oranich, es que la afectada por este abuso optara al principio por callarlo y hasta negarlo, temerosa de cómo podía verse afectado su futuro profesional, y puede que el de todo un equipo, si lo contaba.

Lo dicho, y dicho con mucho dolor: hay colectivos profesionales enteros a merced de la chulería y la prepotencia de poderosillos ridículos, pero cargados de peligro, porque la precariedad de muchos empleos es tal que cualquiera se arriesga a plantar la cara más mínima. 

Francesc de Dalmases fue fuertemente censurado, también por quien esto firma, en la comisión de control de la CCMA, que ha tenido que abandonar; ha cosechado abundante escarnio interno y externo; fue expulsado del grupo de periodistas Ramon Barnils y por primera vez ha llamado la atención su empacho de subvenciones públicas y privadas durante décadas. Da la impresión de que su estrella se apaga. Muy rápidamente además. 

Leo en algún sitio que eso le ha provocado un cuadro de ansiedad cercano al infarto. No me extraña. Debe ser rarísimo llevar toda la vida perteneciendo a una manada tan privilegiada como la de los lobos amarillos y de repente verte convertido en presa. Dalmases cata ahora en sus carnes lo que, insisto, es el día a día para muchos desventurados (también desventuradas) sometidos al constante acoso y derribo de quienes te dicen, no ya cómo tienes que pensar, sino cómo tienes que vivir (o no vivir) si no estás, ay, en su lado de la barricada. 

GRAFCAT1762. BARCELONA, 06/10/2022.- La presidenta de JxCat, Laura Borràs, y el diputado y vicepresidente de JxCat Francesc de Dalmases, en los pasillos del Parlament durante la tercera jornada del pleno de la cámara catalana que coincide con la consulta interna de JxCat para decidir si continúan o no en el Govern. EFE/Toni Albir
La presidenta de JxCat, Laura Borràs, y el diputado y vicepresidente de JxCat Francesc de Dalmases. EFE/Toni Albir

¿Soy yo la única que piensa que lo de Francesc de Dalmases empieza a parecer un culebrón? ¿Que una cosa es pedirle que rinda cuentas de sus abusos y chulerías, y otra es sacar a pasear los ocultos demonios y las venganzas aplazadas de todo el personal? ¿Es serio que Dalmases sea acusado de no sé qué cosas muy difíciles de probar, y que ni siquiera está claro que sean delito, por una serie de personas adultas que sólo se atreven a acusar anónimamente, en grabaciones con la voz distorsionada?

La subdirectora del FAQS calló un tiempo los hechos pero, cuando se decidió a hablar, habló con nombre y apellidos y a cara descubierta. ¿No les empieza a recordar esto un poco los métodos de “investigación” usados en su día contra el director de teatro Joan Ollé, fallecido el pasado 30 de septiembre, precisamente de un infarto, sin haberse podido acabar de sacudir la totalidad de unas acusaciones que más pronto que tarde se vio que eran desproporcionadas, injustas y de una monstruosa mala fe? 

Yo defendí a Joan Ollé cuando muy pocos lo hacían. Más que a él, defendí su derecho a defenderse. A no pasar por las horcas caudinas de un oprobio demasiado evidentemente prefabricado. Podría alegrarme ahora de que Francesc de Dalmases cate un poco de la misma cicuta política y civil que muchos de sus hiperventilados amigos han dado y siguen dando a probar a cualquiera que les contraríe.

Llamarte puta y borracha y hasta faltarle en redes a tu difunto padre (al mío) llamarte patético y asqueroso y negarse a alquilarte un piso al descubrir quién eres (Carlos Carrizosa) y por supuesto, como no, proclamarte fascista y franquista (Nacho Martín Blanco y familia) es lo mínimo que te puede ocurrir en la Cataluña amarilla si tú no lo eres.

A compañeros de Ciutadans que comían el domingo enfrente de la sede les lanzaron un botellazo que dio en la cabeza de uno, por suerte sin consecuencias graves. A mí me han arrancado varias veces el cartel con mi nombre del buzón de mi casa y, ahora que lo he sustituido por un corazón tribandera adhesivo con el piso escrito encima, hay “vecinos” que me lo arrancan y otros que oh, sorpresa, me lo vuelven a poner… 

Pues no, yo no me alegro de que a Dalmases se lo zampen ahora los suyos como, siempre que pueden, se zampan a cualquiera que les incomode. Hace demasiado tiempo que la política envenena no ya la vida pública sino sobre todo la privada, llevando el ataque ad ominem y una voluntad estremecedora de destrucción hasta la última frontera íntima. Luego dicen que van a liberar pueblos enteros. Podrían empezar probando a respetar la libertad de una persona sola.