La plaza | La política de España, sin ‘palabras de amor’

Todas las administraciones del Estado, en general, están en el aire. El exceso de optimismo es peligroso, y las piedras en el camino no desaparecen

«Pero a menudo, al hacerse oscuro, de lejos me llega una canción», cantaba Joan Manuel Serrat en el tema Paraules d’amor (1968). «Viejas notas, viejos acuerdos, viejas palabras de amor…». En el recuerdo, y solo allí, quedaron también las palabras de amor en la política de España. No que todo tenga que ser color rosa; pero tampoco hay necesidad de que sea siempre lo contrario.

Todas las administraciones del Estado, en general, están en el aire. Desde los ayuntamientos hasta el Gobierno central, las mayorías no se ven en casi ningún lugar. Una semana más, los tertulianos de ‘La plaza‘ desgranan la actualidad local e inmediata, y otros asuntos de la economía y política mundial que también conciernen a los españoles, en un nuevo episodio del podcast de Economía Digital.

El editor de Economía Digital y presentador de ‘La plaza’, Juan García, ha invitado a sus contertulianos –Joan López Alegre, Carlos Lareau y Xavier Bru de Sala– a debatir acerca del escenario de total incertidumbre que prospera en España después de la maratón electoral del 28-A y el 26-M. Dos sentimientos se han hecho eco en la mesa de grabación: un optimismo moderado, y una creciente desconfianza.

¿Piedras en el camino, o una oportunidad para reconfigurar la política?

Un exceso de optimismo alrededor de la investidura de Pedro Sánchez es evidente desde la perspectiva de López Alegre y Bru de Sala, mientras Lareau prefiere pensar en este escenario como una «oportunidad para reconfigurar la cultura política», en vista de que el pluripartidismo ha llegado para quedarse y los representantes políticos deben aprender a vivir en esta circunstancia.

Pero Sánchez tiene muchas piedras en el camino, opina López Alegre. No parece querer gobernar con Podemos ni necesitar el apoyo del independentismo catalán, pero eso le deja con escaños insuficientes para tener una legislatura menos ajetreada. Sin embargo, este momento no va de ideas o programas, afirma Bru de Sala, que más bien apunta a que los partidos «solo se van a repartir cargos».

No sucede únicamente en el perímetro de la Moncloa o los alrededores del Congreso, en Madrid. Las formaciones que optan a la Alcaldía de Barcelona también sorprenden a pocos y extraños, dada la negativa a pactar de los comunes, que en palabras de García «puede terminar muy mal» porque los partidos no pueden «basar toda su estrategia política en que no le contaminen ni unos ni otros».

Hasta aquí, apenas han transcurrido menos de 10 minutos de la tertulia, que se extiende un poco más en la conversación sobre la inmovilidad de la política española. Sobre los 22 minutos, el presentador cambia de tercio hacia la economía europea, con los tipos congelados en lo extraordinariamente bajo y un escenario de turbulencias por la guerra comercial y las muchas desaceleraciones previstas.

Finalmente, sobre el minuto 32, los resultados de las elecciones danesas (y las propuestas y acuerdos de los victoriosos) han dado pie a una discusión sobre la socialdemocracia y la derecha, y la falta de identidad que acusan las dos grandes vertientes políticas de la historia contemporánea, dado que cada vez es más difícil distinguir los unos de los otros.

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