Quién ha ganado las elecciones

El optimismo pragmático mostrado por el PP ha podido más que el pesimismo idealista de la izquierda

Los datos muestran la victoria del PP frente al bloque dividido de la izquierda. La aritmética ya no es necesaria y se despejan dudas sobre lo que exigen los ciudadanos andaluces: más gestión y menos política. Más allá de los datos que determinan los partidos ganadores y los que resultan perdedores, en estas elecciones se ha constatado que la realidad ha derrotado a las utopías.

La realidad es tozuda e insiste en advertir una crisis económica que deja muy poco espacio a la lucha por nuevos derechos sociales. La crisis económica azota a los que, no hace mucho, disfrutaban de cierta estabilidad para vivir y ahora no tienen medios para subsistir con su sueldo ni con ayudas públicas. El flotador social lanzado desde hace meses desde el gobierno empieza a deshincharse.

Poco importan las medidas económicas constantes que viene adoptando el gobierno cuando cada nueva crisis desborda todas las previsiones. Poco importa la débil bajada del precio de la energía si no se garantiza una situación económica mínima que nos permita poder poner en marcha el aire acondicionado en casa o llenar el depósito del coche para poder desplazarnos.

Las elecciones andaluzas han demostrado hasta qué punto un ciclo político cimentado sobre pilares para luchar contra la desigualdad, desde un gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos, ahora debe afrontar mayores desigualdades sociales que cuando llegaron al gobierno. La pandemia, la crisis energética, la guerra en Ucrania y el aumento de la inflación son las crisis que han de afrontar España y Europa; el común denominador es la fuerte inestabilidad de la economía.

La inestabilidad, si bien no es social sino económica, tiene efectos psicológicos en la conciencia del ciudadano que no solo está preocupado por lo que está perdiendo o no alcanza, sino por lo que siente al no encontrar una salida posible. El optimismo pragmático mostrado por el PP para conducir la economía en estas últimas elecciones andaluzas ha podido más que el pesimismo idealista de la izquierda, que no ha sido capaz de afrontar la crisis con las recetas económicas que han impulsado desde el gobierno central para atajar la situación económica.

En estas elecciones, la economía ha ganado a las ideologías. Los ciudadanos han priorizado la necesidad de estabilidad a la oposición frontal de los bloques políticos. Ha ganado el PP porque se ha convertido en la mejor respuesta para afrontar los desórdenes psicológicos que está provocando la situación económica.