Las guerras arancelarias de Trump: así se están reorientando las reglas del comercio internacional

Trump adoptará una línea dura, pero con suficiente pragmatismo para corregir las consecuencias más graves de sus acciones

El acuerdo en Ginebra evita una guerra comercial en toda regla.

Durante 90 días Washington cargará a la mayoría de exportaciones chinas un arancel del 30% mientras que el de Pekín será del 10%. China retirará las barreras no comerciales impuestas en los últimos meses y se involucrará en la lucha contra las pastillas de fentanilo.

La química entre el Secretario del Tesoro Scott Bessent y el viceprimer ministro He Lifeng es buena. Ambos cuentan con la máxima confianza de sus presidentes, Donald Trump y Xi Jinping, respectivamente. Se mantienen los aranceles sobre 250.000 millones de exportaciones chinas que aplicó Trump durante su primer mandato y Joe Biden no suprimió.

Trump adoptará una línea dura, pero con suficiente pragmatismo para corregir las consecuencias más graves de sus acciones. Varios factores frenaron a Trump en su primer mandato. El exsecretario del Tesoro Steve Mnuchin, el exministro de Defensa Jim Mattis y el representante comercial Robert Lighthizer hicieron desistir al presidente de aplicar aranceles más altos.

El exministro de Comercio Wilbur Ross ha declarado que necesitaron tiempo para averiguar todos los poderes e instrumentos de la rama ejecutiva en materia comercial.

Se renegoció el acuerdo bilateral con Corea y el TLCAN con México y Canadá. En 2020 se selló el acuerdo de Fase 1 con Pekín. Pero China no cumplió su compromiso de adquirir en dos años 200.000 millones en productos agrícolas, manufacturas y energía de EEUU. Por consiguiente, en 2024 el superávit comercial de China con EEUU alcanzó 245.900 millones.

Esta vez el presidente se ha rodeado de más proteccionistas.

El ministro de Comercio Howard Lutnick, el director del Consejo de Asesores Económicos Stephen Miran, el representante comercial Jamieson Greer y el asesor para comercio Peter Navarro están convencidos que con un “arancel óptimo” pueden recuperar capacidad industrial y recaudar ingresos para recortar los impuestos.

Trump y Miran han manifestado que el “arancel óptimo” podría ser 20%. La intervención de Bessent fue decisiva para que se suspendieran los aranceles compensatorios el 9 de abril. Pero el director del Consejo Nacional de Economistas, Kevin Hassett, es el único otro moderado del equipo económico.

Aranceles compensatorios

Muchos analistas se burlaron del método de cálculo de los aranceles compensatorios que anunció Trump el 2 de abril. Pero Japón, India, Corea, Vietnam, Australia, Taiwán y Tailandia no tomaron ninguna medida de represalia. Además, dichas potencias están dialogando con Washington o han expresado públicamente su deseo de hacerlo.

El nuevo primer ministro canadiense, Mark Carney, libró una campaña electoral con fuertes ataques contra Trump. Pero después de su victoria acudió a la Casa Blanca y subrayó las posibilidades de la cooperación.

Los diez países con mayores superávits comerciales con EEUU en 2024 fueron: China (295.400 millones), México (177.810 millones), Vietnam (123.460 millones), Irlanda (86.750), Alemania (84.820), Taiwán (73.930), Japón (68.470), Corea (66.010), Canadá (63.340) e India (45.660).

Conjuntamente, su superávit asciende a 1,08 billones de dólares del total del déficit récord en bienes de 1,2 billones de EEUU.

El libre comercio que pasa a la historia

Presidentes multilaterales intentaron corregir estos desequilibrios mediante fórums internacionales.

Pero la ronda de Doha de la OMC, lanzada en 2001, ha fracasado. El libre comercio auspiciado por la ronda de Uruguay del GATT (1986-94) ya había desaparecido.

Las cadenas de producción se han debilitado por muchos motivos: Covid-19; el enfrentamiento entre Occidente y Rusia-China por la guerra en Ucrania; las sanciones occidentales contra Rusia, Irán y China por los campos de trabajo en Xinjiang; la aspiración de Pekín de superar a EEUU en tecnología; la agresividad china respecto a Taiwán y su ilegal campaña de apoderarse del mar de China meridional; los frecuentes ciberataques rusos y chinos; las prohibiciones de exportar tecnología avanzada a China de muchos países occidentales; y el cambio climático y catástrofes naturales.

El acuerdo con el Reino Unido amplía el acceso de bienes agrícolas de forma recíproca y recorta los altísimos aranceles a la exportación de coches británicos.

Las negociaciones avanzan con Japón e India. Hassett asegura que 75 países quieren dialogar con Washington.

Las potencias asiáticas quieren y no tienen más remedio que hacer concesiones. Se emplea el arancel como complemento de la política exterior y de seguridad.

La presión de Washington suscitó que Narendra Modi aceptara un cese de hostilidades con Pakistán. Trump ha prometido a ambos países más flujos comerciales. Bessent recompensa a Suiza por su intermediación situándolo entre los primeros que pactarán con Washington.

La Casa Blanca ha amenazado a Rusia con más sanciones si Vladimir Putin no negocia con Volodímir Zelenski.

Por ahora no se produce el repunte en la inflación que muchos presagiaban. La inflación ha descendido desde enero. En abril se situó en 2,4% a nivel interanual, la cifra más baja desde febrero de 2021.

A Trump le encanta poder atribuirse inversiones, acuerdos comerciales y de paz. Su equipo se encarga de que parezcan mérito exclusivo suyo.

Reorientar el comercio internacional y recuperar industria es un desafío enorme. En 2023, el stock de Inversión Extranjera Directa (IED) de EEUU en el mundo aumentó en 364.000 millones hasta situarse en 6,68 billones. El mayor destino de nueva IED fue Europa, con 147.000 millones. El stock de IED del mundo en EE UU se acrecentó en 227.000 millones hasta alcanzar 5,39 billones.

Occidente quiere alterar el modelo chino de capitalismo estatal orientado a la exportación. EE UU y sus aliados podrían lograrlo si actúan conjuntamente.

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