Votan ustedes fatal

La izquierda se excusa en viejos tópicos y la superioridad moral para justificar la derrota ante Ayuso, que les ha robado el relato y un buen puñado de votantes

Que dice la crema de la intelectualidad que votan ustedes fatal.

Que son ustedes unos simples, que se dejan engañar por cualquiera y que no se merecen sus permanentes desvelos.

También aseveran que así no hay forma de salvarles del fascismo rampante que ustedes, por sus escasas luces no son capaces de ver, a pesar de que se lo llevan advirtiendo meses y meses en los principales periódicos, tertulias radiofónicas y debates televisivos.

No había otra conclusión posible, una campaña que comenzó con el gobierno de España con su presidente a la cabeza y toda la brunete mediática a los coros insultando a los madrileños, no podía terminar de otra manera.

Y es que no se han enterado de nada.

En pocos meses hemos visto como Isabel Díaz Ayuso se erigía en máxima defensora de la sanidad pública gracias al hospital Zendal mientras ellos, tan bovina como animosamente, se ponían en contra de la misma ante una ciudadanía perpleja.

En pocas semanas hemos visto cómo el Partido Popular les arrebataba la bandera de la libertad, triangulando a toda la izquierda española en la que ha sido su principal bandera desde el fin de la dictadura franquista.

«En pocas semanas hemos visto cómo el Partido Popular les arrebataba la bandera de la libertad»

En pocos días hemos visto cómo el centro-derecha también guindaba el estandarte de la diversidad a una izquierda absorta y estúpidamente convencida de que los “nopasaranes” y las alertas ancifascistas les iba a proporcionar alguna ventaja electoral en el Madrid de 2021.

En pocas horas hemos visto cómo cerca de 100.000 madrileños pasaban de votar en 2019 al PSOE a hacerlo al Partido Popular en 2021.

En estas elecciones, además de PSOE, Cs y Vox (que por cierto, ha pasado en Madrid del 18% de las pasadas elecciones generales al 9% escaso de estas) la gran perdedora ha sido la estúpida teoría de la inmovilidad de los bloques ideológicos que triunfaba en columnas y tertulias, y se ha vuelto a demostrar que la ideología es solo uno de los disparadores de voto en unas elecciones, uno de los muchos, seguida muy de cerca por aquella otra que decía que una gran movilización beneficia siempre a la izquierda.

Descansen pues en paz estos lugares comunes y bienvenidos a un nuevo ciclo político, una era que descansará en los siguientes pilares electorales.

  1. Promiscuidad electoral: La fidelidad a las siglas preocupa a menos de la mitad de los ciudadanos. Si solo vendes siglas, eres cadáver.
  2. Principio de realidad: Los partidos que se preocupan por problemas inexistentes, serán barridos de los parlamentos, los que en cambio hablen de los problemas reales de la gente reales, triunfarán.
  3. Nueva aritmética; Tres no ganan, dos sí: Es decir, si la derecha se divide en tres partidos, pierde, si solo se divide en dos, gana, es así de sencillo. Y a la izquierda le pasa exactamente lo mismo.