La tecnócrata que llegó de Bruselas envuelta en moderación y discreción se ha convertido en una de las ministras más ‘sanchistas’. ¿A qué se debe la sobreexposición política de la vicepresidenta? ¿Ansía volver a Bruselas como comisaria? ¿Hace puntos para mantener el favor de Sánchez y optar a uno de los grandes puestos en las instituciones europeas que se le escaparon en el pasado?

Gente que ha trabajado con ella, apunta, sin embargo, que su ambición es mucho más elevada: coquetea con la idea de ser la próxima presidenta del Gobierno. Sus intervenciones contra Vox o el PP han despertado vítores de compañeros y medios y le han hecho ver que la discreta eurofuncionaria tiene ‘gancho’ electoral, también entre los jóvenes. Casualidad, su reciente estreno en TikTok, la red social de la Generación Z. La falta de recambio para Sánchez entre los barones y el desierto que es el PSOE hacen a algunos soñar con La Moncloa.