En conversaciones con veteranos políticos socialistas, y preguntados sobre si cabe alguna resistencia en el PSOE a los planes de Pedro Sánchez como en 2016, directamente se echan a reír. «El socialismo clásico ha muerto», sentencian. Felipe González, ausente total; Alfonso Guerra, mayor; Page, recluido en su gobierno; Vara, Lambán, amarrando el puesto de senador…. y Susana Díaz, «más sanchista que el propio Pedro». El PSOE clásico está enterrado y Pedro Sánchez tiene vía libre para pactar con quien le dé la gana. La única resistencia del secretario general, la que le impongan sus tripas.