Baiget provoca una tormenta política en el Govern de Puigdemont

El consejero de Empresa cree que el referéndum no se hará y pide que no se ponga el patrimonio en juego

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El temor hace su efecto y algunos consejeros del Govern de Carles Puigdemont expresan todas sus dudas sobre el referéndum. El consejero de Empresa, Jordi Baiget, ha sido el primero, al asegurar que no cree que se pueda celebrar. “El Estado tiene tanta fuerza que problablemente no podremos celebrar el referéndum, (…), y tal vez deberemos hacer una cosa distinta”, asegura en una entrevista en el diario El Punt/Avui. El nerviosismo se ha instalado en el seno del Ejecutivo, y la CUP ha pedido su dimisión.

Baiget forma parte de un núcleo de responsables del Pdecat, dentro del Govern de Puigdemont, que recela de los planes sobre el referéndum. Se da la circunstancia de que el Govern decidió la pasada semana declarar desierto el concurso sobre la compra de las urnas para el referéndum. Y algunos altos funcionarios del departamento de Governació, que dirige la consejera Meritxell Borràs, culparon de ello a la mujer de Baiget, Josefina Valls, que es la directora de servicios de Governació.

La CUP pide la dimisión de Baiget por expresar las dudas de una parte del Govern al referéndum

El consejero de Empresa está preocupado por el patrimonio familiar. Y lo expresa con claridad, al recordar que el Tribunal de Cuentas “está revisando” la causa del 9N, y que eso implica a Artur Mas, Joana Ortega, Francesc Homs y Irene Rigau, que se juegan sus propios recursos económicos, al a ser acusados de malversar caudales públicos con la organización de la consulta de 2014. Asegura Baiget que eso lo habla con su mujer, Josefina Valls, y “la situación impone”. “Hemos tendido a menospreciar el Estado y el Estado tiene mucha fuerza”, asegura.

Baiget admite que no está en el núcleo duro, y que sin tener información no podrá tomar decisiones arriesgadas

Una de las quejas de los miembros del Ejecutivo catalán es que la organización del referéndum la conduce el presidente Puigdemont junto al vicepresidente Oriol Junqueras, sin que fluya la información. Ante eso, las dudas crecen. “En función de la estrategia que se decida, los que no estamos en el núcleo duro de las decisiones deberemos tomar alguna con muy poco tiempo sobre cosas que no habremos podido madurar, y esto, esto….”, aseguram, dando a entender que genera una gran preocupación en el seno del gobierno.

Ante esta situación, la presión se incrementa sobre Puigdemont, que tiene previsto, junto a Junqueras, ofrecer todas las garantías del referéndum este martes, en un acto en el Teatre Nacional. La presión interna y externa es enorme. Si ofrece detalles sobre los preparativos, el Gobierno central buscará la impugnación inmediata. Si se queda a medias, una parte de su Ejecutivo podría no seguirle. Baiget está justo en ese punto, lo que es indicativo de las dificultades del soberanismo para llegar unido hasta el 1 de octubre.

 

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