Casado se abre a pactos con Sánchez (pero no a su investidura)

El presidente del Gobierno y el líder del PP liman asperezas y pactan recomponer las relaciones tras meses de enfrentamiento

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El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, han dedicado su reunión de este lunes en la Moncloa a limar asperezas en una relación que ha sido convulsa desde que el segundo tomó las riendas de su partido.

Tras el encuentro, con el que Sánchez abre la primera ronda de contacto con los líderes de las formaciones políticas, la Moncloa ha sostenido que la cita ha servido para «normalizar relaciones» entre ambos, Casado abrió la puerta a buscar acuerdos con los socialistas a lo largo de la legislatura. Eso sí, dejó clara que el PP votará en contra de la investidura de Sánchez, a quien ha pedido que busque apoyos de otras fuerzas que le permitan no depender de los independentistas.

«No podemos facilitar este gobierno, pero podemos entender que otros partidos que respeten la Constitución y la unidad de España consideren hacerlo», dijo, en referencia a Cs. Casado pasa así la pelota de un posible apoyo al PSOE que haga estériles los 22 escaños del independentismo catalán -e incluso los de Podemos, que aspira a gobernar en coalición- a Albert Rivera, cuya formación sumaría con los socialistas mayoría absoluta en el Congreso.

Se trata de una situación que Casado trata de abonar porque dejaría al partido naranja como muleta de Sánchez y a Casado sin competencia para ejercer de líder de la oposición, un papel que, números en mano, le corresponde, pero que Rivera, que cuenta con 57 escaños, 9 menos que el PP, trata de discutirle apelando a la dinámica alcista de los suyos en contraste con la grave crisis del PP.

Cambio de tercio del PP

Casado insistió en que la legislatura arrancará con un gobierno «débil» y se comprometió a liderar una oposición «fuerte, firme pero responsable». En consonancia con el giro al centro que vende ahora el PP, dejó atrás la flamígera retórica que le había caracterizado desde que se puso al frente de los populares, y que le llevaron a tachar a Sánchez de «golpista», «felón», «traidor» y mentiroso compulsivo», entre otras lindezas, además de acusarlo, ya en precampaña, de preferir pactar  «con los que tienen las manos manchadas de sangre».

Este lunes, tanto los populares como el gobierno optaron por destensar la cuerda, y fuentes del gobierno citadas por Efe explicaron que ambos dirigentes acordaron mantener «una comunicación permanente» y mantener «encuentros regulares» de ahora en adelante.

Recurso al TC por el caso Puigdemont

Tras la reunión, Casado también informó de que el PP recurrirá al Tribunal Constitucional la decisión de los juzgados de tumbar el veto de la junta electoral a que el expresidente catalán Carles Puigdemont y los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí concurran a las elecciones del 26 de mayo al Parlamento Europeo.

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