El clan Pujol avaló un crédito de 2M€ para financiar ilegalmente a CDC

El hijo mayor del expresidente catalán, Jordi Pujol Ferrusola, concedió "su aval personal" para que la formación nacionalista obtuviera 336M de pesetas

El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en un acto de campaña de la extinta Convergència i Unió / CiU

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El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata apunta a que el hijo mayor del expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, «habría concedido su aval personal» para un total de 2 millones de euros –336.000.000 de las antiguas pesetas– para financiar ilegalmente a la desparecida Convergència Democràtica de Catalunya (CDC)

El partido fundado por el expresidente catalán habría recibido dinero dentro de la trama del clan de los Pujol, según ha avanzado Europa Press. Así lo defiende el magistrado del Juzgado Central de Instrucción 5 en el auto que pone fin a una dilatada investigación judicial y que certifica que la familia usó su «posición privilegiada de ascendencia en la vida política, social y económica catalana durante décadas» para enriquecerse ilícitamente. 

El magistrado de la Audiencia Nacional ha considerado que los hechos investigados contra la familia del expresidente de la Generalitat serían constitutivos de delitos de «organización criminal» o «asociación ilícita, blanqueo de capitales, contra la Hacienda Pública y falsedad documental». 

La resolución del magistrado del juzgado ha revelado que Jordi Pujol, su mujer Marta Ferrussola y sus siete hijos, así como 18 personas estarían involucradas en las actividades ilegales imputadas a la familia. Entre ellos, la exmujer de Jordi Pujol Ferrussola, Mercè Gironés, así como los empresarios Carlos Sumarroca ClaverolCarlos Sumarroca Coixet y Luis Delso Heras

Caída en desgracia

Jordi Pujol pasó de referente del nacionalismo catalán a personalidad repudiada desde su confesión en julio de 2014 del dinero que tenía oculto en Andorra al descubrir que un extrabajador de Banca Privada d’Andorra había sustraído documentos donde había referencias bancarias que se habían divulgado. Por ello, el clan familiar optó por regularizar 4 millones gracias a la amnistía fiscal de Cristóbal Montoro. 

Pese a ello, la familia terminó investigada por varios delitos relacionados con la corrupción anteriores a la confesión. El detonante fue la exnovia de Jordi Pujol Ferrussola, Vicky Álvarez, que en 2010 mantuvo una comida con la entonces líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho. La conversación, que se grabó y difundió, recogía como el hijo del expresidente movía el dinero en Andorra, palabras que ratificó ante su declaración policial. 

Fue entonces cuando en 2012 se abrió la causa en el juzgado central de instrucción 5 de la Audiencia Nacional, aunque la investigación se aceleró a partir de la confesión del expresidente de la Generalitat. La carta del expresidente, que siempre defendió que se trataba de una herencia del «avi Florenci», abrió diligencias en en un juzgado barcelonés que terminó unido a las restantes en el alto tribunal. 

La figura de Jordi Pujol ha pasado a una repudia general pese a pequeños grupúsculos de la antigua CDC que insisten en preservar su legado. El presidente catalán hasta 2003 renunció a su cargo de presidente honorífico de Convergència y a sus privilegios como «molt honorable«, y su partido –carcomido por el 3% y el Caso Palau– se refundó en un Pdecat que ahora lucha para no ser engullido del todo por el fugado Puigdemont

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