Cuadros del Pdecat estallan contra la Crida de Puigdemont

Carles Campuzano y Montserrat Candini reivindican el Pdecat y advierten a la Crida del riesgo de atomizar el soberanismo

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Las hondas discrepancias en el seno del Pdecat en torno al encaje con la Crida Nacional per la República —la nueva formación política que impulsa el expresidente catalán Carles Puigdemont—, ya no se despachan solo de puertas adentro, sino que se exhiben abiertamente.

Si el sábado era la excoordinadora general del partido, Marta Pascal, quien reivindicaba la vigencia de la propuesta política del Pdecat, este lunes el portavoz de los posconvergentes en el Congreso, Carles Campuzano, y la alcaldesa de Calella, Montserrat Candini, han marcado distancias con la Crida.

Candini, miembro de la dirección ejecutiva del Pdecat, pidió a la Crida «respeto» por la formación que ahora preside David Bonvehí, porque «nada se puede construir desde el menosprecio», y abogó por buscar un encaje que descartó que pase ni por la «fusión» ni por la «absorción». Un encaje que se ha complicado porque la Crida, recordó, se anunció inicialmente como un «movimiento» y ahora en cambio parece que acabará por convertirse en un partido.

La alcaldesa de Calella, que consideró que Pascal, enfrentada con Puigdemont, fue «sacrificada injustamente» en la asamblea que la formación celebró en julio, insistió, entrevistada en La Xarxa, en que el Pdecat echará el resto para ir de la mano de la Crida, pero «no a cualquier precio», y advirtió del riesgo de fragmentar todavía más el espacio político del independentismo.

Campuzano, contra la Crida como partido

Campuzano, por su parte, insistió en ese peligro en una entrevista en la cadena SER. «Tenemos todo el derecho del mundo a defender este espacio político, y si otras personas creen que ha de existir otra fuerza política, adelante, pero acabará siendo contradictorio con la aspiración de la unidad, porque puede que en vez de estar trabajando todos en la misma dirección, estemos produciendo mayor disgregación».

El portavoz en el Congreso recordó que la Crida apelaba inicialmente a esa unidad, pero esa reivindicación perdió sentido porque ERC se desmarcó desde el primer momento, y se mostró escéptico sobre los planes del puigdemontismo. «Si acaba siendo otro partido, se me escapa cuál es la virtud que aporta, cuando, por otro lado, hoy ya existe el Pdecat, que ya fue un esfuerzo de renovación de lo que fue Convergència».

Cleries llama a cerrar filas con Puigdemont

Claro que las pullas circulan en doble sentido. En el otro lado del espectro, Josep Lluís Cleries, senador como Pascal, replicó a ésta en otro artículo en el diario Ara que nunca hay que «sacralizar» los partidos porque son «instrumentos al servicio de una idea, de un proyecto y de un país». Cleries se muestra convencido de que «la inmensa mayoría» de los antiguos votantes de Convergència «dan apoyo a los nuevos instrumentos políticos que se han creado con el impulso del president Puigdemont y otras personas comprometidas con la libertad nacional».

En medio de la tormenta, Bonvehí insiste en no posicionarse en público, y se remite a los trabajos de la comisión designada para diseñar una fórmula de encaje entre el Pdecat y la Crida, y que integran él mismo, la número dos del partido, Míriam Nogueras, abiertamente alineada con la Crida, y los exconsellers Lluís Puig, Josep Rull, Jordi Turull y Quim Forn.

Reunión en Lledoners

Este mismo lunes, la comisión tenía previsto volver a reunirse en la cárcel de Lledoners, donde se encuentran en prisión preventiva estos tres últimos. El grupo tiene el encargo de elaborar una propuesta que después será sometida a votación entre las bases en asamblea. Pero para eso, por el momento, tampoco hay fechas, porque todo depende en última instancia de la naturaleza que acabe adoptando la Crida, que no concluirá su proceso fundacional hasta el congreso que tiene previsto el 19 de enero.

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