El TC empuja a Mas a buscar ya una reforma de la Constitución

El PSC insiste en que es la única salida del Govern para evitar un choque político e institucional

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Nervios, aunque el Govern que preside Artur Mas busque cómo mantener la tensión. La consulta soberanista comienza a ser un escollo demasiado alto, pese a que el President insista en que se irán “superando” a medida que vayan surgiendo.

La sentencia del Tribunal Constitucional ha anulado la declaración de soberanía del Parlament, en la que se defendía que Catalunya es un sujeto político y jurídico. Y lo ha hecho por unanimidad, con el objetivo de recuperar una imagen que había perdido en los últimos años.

La decisión, no por esperada, ha dejado al Govern de Artur Mas en una posición muy incómoda, porque, junto a esa decisión, el Tribunal Constitucional abre otro camino: el que le viene recordando a Mas el PSC y el PSOE, la reforma Constitucional.

Una cuestión política

El derecho a decidir ha sido, hasta ahora, un feliz término utilizado por CiU y ERC, que ha servido para defender que Catalunya tiene derecho a la autodeterminación, y se identifica con la defensa de la independencia. Pero Mas, y especialmente el conseller de Presidència, Francesc Homs, lo han interpretado como la oportunidad para saber qué piensan los catalanes, a pesar de que de ello ya se ocupan las periódicas encuestas sociológicas.

El hecho es que el Constitucional no se carga esa defensa del derecho a decidir, y considera que es una cuestión “política”, y que, por tanto, se puede defender según los propios postulados de la Constitución, es decir: reformando la Carta Magna, lo que defiende desde hace meses el PSOE, y el PSC. O, dicho de otro modo, los socialistas catalanes, que han tratado de que el PSOE les siga en ese proyecto.

Un referéndum tras la reforma

En ese caso, y tras un acuerdo, principalmente, entre el PP y el PSOE, todos los españoles podrían votar en un referéndum. El propio primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha admitido en distintos foros que en ese caso es evidente que existe un riesgo y es que en Catalunya ese referéndum no se aprobara.

La reforma, por tanto, si se decide afrontarla, debería acomodar con plenas garantías a Catalunya en el conjunto de España, recuperando el espíritu constitucional que establecía diferencias entre nacionalidades y regiones.

Pere Navarro aseguró este miércoles que Mas “está atrapado, porque sabe que sin acuerdo no hay consulta”. Y defendió la vía que abre la sentencia del Constitucional. “De modo que cambie de rumbo, utilice la puerta que le ha dejado abierta el TC, reformemos juntos la Constitución si se quiere hacer la consulta, y sabe que el PSC está dispuesto a ayudarlo», remachó Navarro.

Ajustarse a la legalidad

Uno de los miembros del Tribunal Constitucional, Encarna Roca, catedrática de Derecho civil, propuesta en su momento por los socialistas y CiU, afirmó que la sentencia no se carga el derecho a decidir, y que se trata de “un problema político”. Y lo explicitó con un comentario que se repite desde hace meses por todos los sectores no independentistas, tanto en Catalunya como en el resto de España. “Usted tiene el camino, ajustándose a la legalidad», aseguró, en alusión a Artur Mas.

Diálogo político

La sentencia deja clara esa cuestión, aunque el propio Mas y Francesc Homs hagan su propia lectura. «Cabe una interpretación constitucional de las referencias al derecho a decidir», se afirma, recordando que son «los poderes públicos y muy especialmente los poderes territoriales» los que deben protagonizar a través del diálogo y la cooperación los problemas que se origen, «en particular los derivados de la voluntad de una parte de alterar su estatus jurídico».

Pero, claro, la modificación de ese orden constitucional, debe encauzarse a través de una reforma de la Carta Magna.

Defensa en el Congreso

Con estos preceptos, y después de esta posición del Constitucional, el Congreso debatirá la propuesta del Parlament de pedir al Gobierno central que ceda la competencia para poder celebrar una consulta. Será el 8 de abril. El President Artur Mas defendió este miércoles en el propio Parlament su derecho a no ser él personalmente quien defienda la resolución. Lo harán Jordi Turull, por CiU; Joan Herrera, por ICV, y Marta Rovira, por ERC.

El ‘no’ del Congreso, sin embargo, no variará la ruta de Mas, que desea convocar la consulta bajo una ley catalana de consultas.

Pero todo eso será tras el verano. El camino que le ha señalado el Constitucional es otro: la reforma de la Constitución.

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