ERC jalea manifestaciones para presionar a Sánchez en la mesa

Esquerra quiere que el independentismo vuelva a rugir para forzar al Gobierno con la amnistía de los presos y la autodeterminación

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ERC quiere que Pedro Sánchez note la presión del independentismo en las calles una vez se reanude este mes de julio la mesa de diálogo sobre el «conflicto catalán» entre Gobierno y Generalitat.

Los republicanos han confiado a esta mesa buena parte de su estrategia política y están convencidos de que van a negociar en mejores condiciones si las bases independentistas vuelvan a manifestarse, a pesar de que la nueva normalidad impone una distancia social de 1,5 metros.

El vicepresidente de la Generalitat y coordinador general de ERC, Pere Aragonès, se ha encargado este domingo de jalear las movilizaciones de ciudadanos y de entidades soberanistas para que el Gobierno sea plenamente consciente de que el independentismo no ha desaparecido, sino que simplemente ha estado confinado estos últimos meses.

La mesa tiene lugar de celebración (Barcelona), pero no tiene fecha, aunque previsiblemente se llevará a cabo durante la segunda quincena de julio, una vez celebradas las elecciones vascas y gallegas.

De la mesa a los presupuestos 

«Si es a principios de julio, mejor que el día 20 o 25», ha dicho este domingo Aragonès en una entrevista en Catalunya Ràdio. Uno de los obstáculos para cerrar la fecha es la contrariedad del presidente de la Generalitat, Quim Torra, que está haciendo lo posible por retrasar su celebración con el argumento de que el diálogo no tiene garantías.

En cambio, ERC defiende la normalización de las las relaciones con el Gobierno con la expectativa de conseguir algún tipo de cesión tanto en el terreno de la amnistía de los políticos presos como en de la autodeterminación. «¿Cuántas mayorías independentistas tenemos que poner sobre la mesa para que el Estado se mueva?», se ha preguntado Aragonès.

En paralelo a la negociación de la mesa, Gobierno y ERC también exploran la posibilidad de acuerdos tanto sobre presupuestos como sobre medidas anticrisis. En todo caso, Aragonès aseguró que la vocación de su partido no es la ser socio preferente del Gobierno, sino la de «abrir camino para avanzar hacia la independencia».

«Tenemos muy claro que en esta legislatura se ha de avanzar en esa línea. Los presupuestos catalanes y españoles serán complejos porque se tendrá que dar respuesta a una economía debilitada por el coronavirus», ha explicado Aragonès, que ha reiterado que «no firmaremos un cheque en blanco, pero tampoco nos cerramos, que las decisiones sean lo mejor para Cataluña».

 

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