Gobierno y PP cierran pactos de reconstrucción a rebufo de la UE

PSOE y PP ultiman acuerdos en materia sanitaria y europea en el marco de la comisión de reconstrucción. No habrá pacto de presupuestos

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El gran acuerdo de la UE para activar un multimillonario fondo de reconstrucción europeo ha resultado balsámico para todos los países europeos, especialmente para España, que recibirá 140.000 millones. El acuerdo de la UE ha dado pie incluso a una leve tregua entre PSOE y PP, que se plasmará este miércoles con dos acuerdos para la reconstrucción entre el Gobierno y principal partido de la oposición: uno relacionado con reforzar el sistema sanitario y otro relacionado con políticas europeas.

Estos previsibles acuerdos tan solo pendientes de que no haya sorpresas de última hora. Y, finalmente, no las ha habido. Temía el PP enmiendas de última hora que no cuenten con su conformidad, pero no las hubo y el líder del PP, Pablo Casado, confirmó el voto a favor de su grupo.

Los acuerdos en materia sanitaria y europea serán los grandes frutos de la comisión para la reconstrucción del Congreso. Pero en ningún caso presagian el entendimiento entre Gobierno y PP a nivel de política económica (entiéndase, los presupuestos generales del estado). «Francamente, veo un pacto de presupuestos muy difícil, por no decir imposible», dice un dirigente del PP consultado por Economía Digital. ¿Por qué? Porque existe un abismo entre las aproximaciones económicas de Gobierno y de PP, entre otras cosas, por las recetas fiscales y porque la lectura de cómo acceder a esos 140.000 millones es muy diferente.

El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por ejemplo, considera que no hay que hacer ni reformas ni recortes, sino que simplemente hay que aplicar el programa del gobierno de coalición, lo que significa, a su juicio, una derogación de la reforma laboral llevada a cabo por el gobierno Mariano Rajoy. No lo ve así el PSOE, que no tiene tanto inconveniente en congelar la mencionada derogación durante un tiempo para no hallar obstáculos de los socios europeos.

El Gobierno, el freno de emergencia y la reforma laboral

Los llamados países frugales (Países Bajos, Austria, Suecia, Dinamarca) se garantizaron a la hora de sellar el fondo europeo para la reconstrucción, dotado de 750.000 millones de euros, un «freno de emergencia», que consiste en paralizar la transferencia de recursos si detecta que hay estados que incumplen las previsiones económicas y las reformas prometidas. Y hay un elemento que centrará su atención: la tentación española de derogar la reforma laboral.

Ciertamente, el pacto alcanzado entre los Veintisiete obliga a todos los países a presentar planes de reformas e inversiones y a obtener el apoyo de un 55% de los países que representen el 65% de la población para tirarlos adelante. Es decir, que no todo es una alfombra roja en el camino a meterse en el bolsillo los 140.000 millones aunque todo se puede vencer con la suma 55% + 65%.

El líder del PP, Pablo Casado, se apuntó a celebrar el gran acuerdo de la UE y, de hecho, atribuyó méritos a dirigentes de su familia política (el Partido Popular Europeo). Subrayó que los fondos europeos comprometen al Gobierno con un programa de reformas, cosa que interpretó como «una enmienda» a la política que ha seguido el PSOE junto a Podemos, EH Bildu y otras formaciones soberanistas.

Pero Podemos no quiere oír ni hablar de una renuncia a la derogación de la reforma laboral, puesto que la considera una de sus grandes banderas y cuenta, además, con el apoyo de de los sindicatos. «Está más vigente que nunca», dijo el diputado de Unidas Podemos Gerardo Pisarello, miembro de la Mesa del Congreso. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, fue bastante más ambigua y enmarcó todas las iniciativas en el ámbito del diálogo social que mantiene abierto el Ejecutivo.

Rumbo a los presupuestos

Los pactos para la reconstrucción pondrán su punto y final en los mencionados ámbitos (sanitario y europeo) y, de inmediato, el Gobierno pisará el acelerador con la mirada puesta en un pacto de presupuestos que quiere tener atado en septiembre, mes en el que quiere presentar el proyecto prácticamente cocinado para lograr su aprobación en el Congreso sin retrasos.

El Gobierno ha hallado en el fondo europeo la mejor de las bazas para facilitar la negociación con los otros grupos. Va a tener dinero fresco de la UE y existen grupos de sobras dispuestos a negociar: Ciudadanos, PNV, ERC y Bildu, por mencionar los más destacados. Aunque también lo están los grupúsculos regionalistas y la escisión de Podemos, Más País.

No hay noticias de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, haya contactado tan siquiera con Casado para sondear la posibilidad de un pacto presupuestario, pero Montero sigue apelando de forma retórica al PP al acuerdo.

Sánchez solo se ocupó este martes de darse un pequeño homenaje en el Palacio de la Moncloa, donde fue recibido con aplausos por sus ministros tras la extenuante negociación de cuatro días de la UE. Europa ha decidido salvarse a sí misma con un potente fondo de reconstrucción y, por tanto, había que sacar con cuerda a España e Italia, quizá los países más afectados por la coronacrisis. Ahora falta por ver si el Gobierno pone de su parte trepando la pared o si actúa como un peso muerto.

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