La Generalitat se atasca con el concurso de transporte funerario judicial

Las empresas del sector critican el modelo de licitación, que se resolverá con aspectos poco profesionales como, por ejemplo, el número de trabajadores con discapacidad

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La Generalitat tiene atascada la licitación del servicio de transporte funerario judicial. Las bases del concurso, que depende del departamento de Justicia, han causado un fuerte malestar a las empresas del sector. Su principal queja es que las exigencias de los pliegos no tienen en cuenta criterios profesionales.

Las adjudicaciones se resuelven o bien por pequeños detalles –como el número de trabajadores con discapacidad de cada firma– o por sorteo. Varias compañías han impugnado el proceso administrativo. No se trata de un contrato suculento –el precio máximo es de 17.211 euros– pero las empresas pelean por él para mantener sus respectivos dominios en su zona de influencia.

Criterios

«Es una situación atípica, es un concurso donde no priman criterios profesionales», denuncian fuentes del sector. Los criterios de evaluación que se recogen en las bases señalan que el 80% de la puntuación se fija por el precio de la oferta. El mínimo que se estipula por servicio es un euro y el máximo en 6,61. Todas las compañías han presentado ofertas por el mínimo establecido. El 20% restante se decide por el número de sedes con más de un año en funcionamiento.

El resultado de la licitación es que muchas empresas han empatado en los principales criterios. Para romper las tablas, los pliegos fijan criterios adicionales: número de trabajadores con discapacidad y número de trabajadores con discapacidad con contrato fijo. Si finalmente se vuelve a registrar un empate, el concurso se resuelve por sorteo.

Lotes

Otra de las quejas de las empresas del sector es que la Generalitat ha dividido el concurso en lotes demasiado grandes. En total, siete: Barcelona y Hospitalet; Barcelona comarcas norte y centro: Barcelona comarcas sur; Lleida; Girona; Tarragona; y Tierras del Ebro.

Las citadas fuentes comentan que la Generalitat podría haber realizado limitaciones más cortas, cosa que contentaría tanto a los grandes actores del sector como a pymes. «En otros puntos de España se realizan adjudicaciones rotatorias», añaden.

Contencioso-administrativo

Por ahora, la Generalitat tan sólo ha mostrado las puntuaciones provisionales. El concurso está parado. La apertura de plicas se produjo el 21 de enero y desde entonces no se ha tomado ninguna decisión. Las impugnaciones no permiten al Govern tomar una decisión.

La vía judicial también tiene cabida en este conflicto. Mémora, uno de los grandes operadores en Cataluña, ha presentado un recurso contencioso-administrativo al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.

Economía Digital

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