Las fusiones bancarias aceleran la exclusión financiera de la España vaciada

Uniones como la de Caixabank y Bankia amenazan con dejar sin acceso a las sucursales a los habitantes de los municipios más pequeños

El núcleo deshabitado de As Barreiras (Castro Caldelas), uno de los municipios de Ourense afectados por la despoblación. EFE/Brais Lorenzo

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Los cambios drásticos que está viviendo el mapa bancario español se verán traducidos en el cierre de miles de sucursales en toda España. Un problema que amenaza con dejar excluidos a los habitantes del medio rural, que en la última década se han ido quedando sin acceso a los cajeros en los municipios más pequeños del país.

Operaciones como la fusión de Caixabank y Bankia provocarán la eliminación de un gran número de oficinas que están duplicadas, una tónica que se ha ido repitiendo en los últimos años. España ha cerrado más de 22.000 sucursales bancarias en todo el país desde el año 2008, según las cifras ofrecidas por el Banco de España.

Las previsiones para el futuro son todavía peores. Los sindicatos estiman que las entidades bancarias clausurarán otras 4.000 oficinas en el próximo año, lo que situará a España con 19.900 sucursales, el nivel más bajo de acceso a los servicios financieros de su historia democrática.

Organismos como la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser) ya han alertado sobre las consecuencias que las nuevas fusiones provocarán en el entorno rural y en los colectivos con rentas más bajas del país. “Representan un riesgo relevante de exclusión financiera para una gran parte de la población”, han explicado en un comunicado.

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Caixabank cuenta con más de un millar de oficinas en el mundo rural

Caixabank es uno de los bancos que tiene una mayor presencia en el medio rural con cerca de 1.100 oficinas repartidas por los municipios de la España vaciada. La entidad se comprometió en 2018 a mantener todas estas sucursales en su plan estratégico de 2019-2021.

Esta red le permite contar con al menos una sucursal en todas las poblaciones de más de 10.000 habitantes de España. Mientras que está presente en el 94% de los municipios que superan los 5.000 vecinos.

Sin embargo, su inminente fusión con Bankia implicará una gran reestructuración de su red de oficinas y cajeros. El que será el primer banco de España prevé invertir 1.100 millones de euros para terminar con las duplicidades de oficinas. Entre los dos bancos, suman 6.600 sucursales en todo el país.

Bankia tiene una gran presencia en la España vaciada

Aunque dispone de menos sucursales bancarias, Bankia también tiene una importante presencia en el entorno rural español. El banco llega a numerosos municipios de zonas especialmente despobladas como Castilla La Mancha.

Su red de oficinas le permite dar servicio a los vecinos de pueblos como Almagro, Argamasilla de Calatrava o Carrión, tres de los municipios de la provincia de Ciudad Real más afectados por la despoblación. En el último año todos han reducido sus habitantes con respecto a 2018.

Los bancos españoles estudian nuevas fusiones

Estas previsiones todavía podrían empeorar si se desencadena un aluvión de fusiones bancarias como respuesta a la creación del primer banco de España. Las principales entidades del sector ya tantean posibles uniones para mejorar su rentabilidad y ser más competitivas.

Unicaja y Liberbank hicieron público ayer que retomaban las negociaciones para unirse bajo una misma marca. Unas conversaciones que se paralizaron en mayo de 2019 tras no llegar a un acuerdo que gustase a las dos partes, pero que se han acelerado ahora con el pistoletazo de salida de Caixabank y Bankia.

También ha empezado a sondear las posibilidades de una fusión el Banco Sabadell que ha tanteado al BBVA y a Kutxabank para ver las posibilidades de poner en marcha una nueva marca que compita con los nuevos bancos.  

El 5% de la población no tendrá acceso a efectivo en 2025

Todas estas fusiones abogan a España a una reordenación de sus oficinas que provocará el cierre de miles de sucursales. El Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicada estima que el 5% de la población española no tendrá acceso a dinero en efectivo en el año 2025.

Sin embargo, estas previsiones chocan de frente con las costumbres que siguen manteniendo los españoles. El 74% de los ciudadanos emplean el pago en efectivo para abonar sus gastos del día a día, según el Barómetro sobre Hábitos y Percepción de los Ciudadanos publicado por Aproser.

Carlos Villar

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