La ley de protección de datos legaliza el spam político

La nueva ley de protección de datos permite a los partidos políticos recopilar datos personales, incluso sobre opiniones, para usarlos en campaña electoral

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La nueva Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) legalizará el spam electoral. Los partidos políticos podrán enviar todos los mensajes que deseen a los ciudadanos mediante dispositivos electrónicos sin temor a ser sancionados.

“¿Te molestan las llamadas publicitarias de operadoras telefónicas? Pues, con la nueva ley de protección de datos, serán los partidos políticos los que te acosen porque tienen carta blanca para recopilar datos sobre tu ideología”, advierte el bufete Almeida.

Desde este despacho de abogados se indica que “si los partidos políticos te fríen con mensajes en la próxima campaña electoral no podrán ser multados”. La nueva LOPD los amparará. Incluso les permite obtener datos personales de ciudadanos que figuren en Internet, incluidos los ideológicos. Almeida asesora la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información, entidad que batalló contra los aspectos de ley que entienden contrarios a las libertades.

Otros abogados como Jorge García Herrero advierten en diversos artículos que, si los particulares y empresas no pueden utilizar datos personales obtenidos en páginas web, los partidos políticos tampoco pueden. Sin embargo, la disposición final tercera de la nueva LOPD se lo permite. Supone una modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG).

En el artículo 58 bis.2 se indica que “los partidos políticos, coaliciones y agrupaciones electorales podrán utilizar datos personales obtenidos en páginas web y otras fuentes de acceso público para la realización de actividades políticas durante el periodo electoral.

En el siguiente apartado, se añade que “el envío de propaganda electoral por medios electrónicos o sistemas de mensajería y la contratación de propaganda electoral en redes sociales o medios equivalentes no tendrán la consideración de actividad o comunicación comercial”.

También se indica en otro apartado que “la recopilación de datos personales relativos a las opiniones políticas de las personas” se encuentra “amparada en el interés público únicamente cuando se ofrezcan garantías adecuadas”. Sin embargo, inexplicablemente, no se precisan cuáles son estas “garantías”.

Datos personales convertidos en mercancía electoral

Por lo tanto, la nueva LOPD permite a los partidos recopilar datos de personas, incluso sobre sus opiniones políticas, para usarlos en sus actividades electorales. Eso no lo permiten las legislaciones de Francia, Italia o la Gran Bretaña, por poner unos ejemplos próximos.

Todos los grupos parlamentarios votaron a favor de la nueva ley. Pocas veces se tramita una ley por unanimidad. Más aún cuando plataformas a favor de las libertades o colectivos como los periodistas y abogados han formulado dudas sobre diversos aspectos legislativos.

Después de su aprobación inicial en el Congreso de los Diputados en octubre pasado, ahora la LOPD sigue su trámite en el Senado. No se esperan modificaciones relevantes porque ninguno de los tres grandes grupos (PP, PSOE y Ciudadanos) ha presentado enmiendas. El Senado la votará en el pleno del 20 de noviembre, después la ratificará el Congreso y, finalmente, se publicará en el BOE. Estará en vigor antes de finalizar este año.

Entre sus novedades destaca la regulación del “testamento digital”, que permite a los familiares de los fallecidos cerrar sus cuentas en las redes sociales, y la ampliación del derecho de rectificación sobre los contenidos aparecidos en Internet. Esta última cuestión todavía levanta ampollas.

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