Los partidos pro consulta piden al President que tome una decisión sobre el 9N

El President se ve presionado para seguir adelante, con todas las consecuencias, o para convocar elecciones

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El consenso no puede alargarse más. Las diferencias son notables, y las dificultades para poder celebrar la consulta del 9 de noviembre se ven ya insalvables. Sin embargo, el Govern de Artur Mas persiste y sigue desarrollando la ley de consultas, con el registro para inmigrantes o con la designación de los emplazamientos en cada municipio para el voto. Se trata, en todo caso, de una prolongación agónica que ha llevado a los partidos pro consulta a tomar una decisión lo antes posible. Y podría llegar este jueves, en una nueva reunión con el President Mas.

Aunque en determinados círculos nacionalistas, los que rodean a la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y a Òmnium Cultural, –también la Asamblea de Municipios por la Independencia (AMI)– se juega con la propuesta de organizar una consulta organizada por entidades bajo el amparo de la Generalitat, el Govern la ha rechazado.

El conseller de Presidència, Francesc Homs, aseguró este miércoles que no se celebrará una especie de consulta como la que organizaron los municipios entre 2009 y 2011. “Se celebrará lo que está organizado y preparado”, aseguró.

Eventos posibles para el 9N

También Esquerra Republicana rechazó un sucedáneo de consulta. Pero todos los partidos soberanistas son conscientes de que pasan los días. Este jueves, 9 de octubre, quedará un mes justo para el 9N. Y ya preparan alternativas.

La cuestión ahora es cómo demostrar que los catalanes quieren votar. Los partidos ofrecerán este jueves al President Mas sus propuestas. Desde una concentración, hasta una recogida de firmas, o votaciones en alguna entidad social que dejen constancia de que una parte muy sustancial de la sociedad catalana quiere un referéndum.

Pero le pedirán a Mas que es la hora de las decisiones. O se sigue adelante con todas las consecuencias, o se pasa página, –se dice que no habrá consulta– y Mas se responsabiliza o bien de adelantar las elecciones, o de seguir gobernando como pueda.

El límite para ICV

Algunos partidos creen que ya han llegado donde podían. Es el caso de ICV-EUiA, que ha estirado todo lo que ha podido el margen que le permite su propia configuración social. ICV-EUiA, además, no puede decir ya que no conocía de nada a Quim Brugué, el miembro de la comisión de control de la consulta que ha dejado el cargo al entender que no hay ya garantías democráticas en el proceso. Brugué fue propuesto por los ecosocialistas y ha abierto el debate sobre el rey desnudo.

Es la hora de Mas, que tiene delante, también, a miembros de su Govern que no quieren ir más lejos. El 9N está muy cerca, y los plazos para cumplir todos los requisitos formales de la consulta se van cumpliendo.

Además, los partidarios del ‘no’, en las dos preguntas de la consulta, no quieren jugar el partido, al entender que la consulta no es legal, como el PSC, Ciutadans o el PP. Y eso deja sin sentido mantener el 9N.

Gobernar hasta finales de 2015


Mas ya no puede “acompañar” el proceso
. Debe tomar partido. Y es lo que esperan los partidos pro consulta, aunque le puedan ayudar con una imagen conjunta.

El President sigue confiando en lograr una lista unitaria para poder convocar elecciones anticipadas. Pero Esquerra se niega. Sigue sin verlo claro. Por ello, la salida es todavía más complicada para el líder de CiU.

Podría, por tanto, plantearse seguir adelante, aunque la presión será muy alta. Y gobernar con otros apoyos hasta, por lo menos, finales de 2015. 

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