Marlaska indigna todavía más a la Guardia Civil con la subida salarial

Los uniformados expresan su malestar por un aumento salarial "oportunista" sin fecha ni cobertura presupuestaria para tapar el cese de De los Cobos

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Se sabe que el dinero soluciona infinidad de problemas. No todos, sobre todo cuando alguien lo usa para comprar de malas maneras lo que no está en venta.

La Guardia Civil se sintió así después de que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, compareciera este martes en el Palacio de la Moncloa para anunciar una subida salarial a los uniformados en pleno incendio político-policial. Todavía humeaba el cese del coronel Pérez de los Cobos como responsable de la Comandancia de Madrid cuando se conoció, a continuación, la renuncia del número dos del cuerpo, Laurentino Ceña, disconforme con la destitución de su compañero de armas. En ese contexto, sacó el talonario el ministro.

Ni convenció a nadie ni amordazó a nadie, puesto que las distintas asociaciones profesionales de la Guardia Civil se reafirmaron en que el cese de De los Cobos fue una purga política motivada por la negativa del coronel a tolerar injerencias del ministro del Interior, quien intentaba meter los hocicos en una investigación policial sobre la actuación del Gobierno el 8-M.

Pero Marlaska lo niega todo. Niega que haya querido entrometerse en las investigaciones de la Guardia Civil que afectan al Gobierno. Niega que De los Cobos haya sido purgado y habla de «la normal reconstrucción de nuevos equipos». Niega que Laurentino Ceña haya dimitido por discrepancias y simplemente menciona que ha pedido la jubilación anticipada. E incluso niega que la subida salarial anunciada este martes sea un grosero intento de pacificar a los uniformados con dinero y habla de que el Gobierno ya venía trabajando en ella la pasada semana. 

Las asociaciones profesionales de la Guardia Civil no dan crédito a las explicaciones del ministro del Interior y, en consecuencia, las peticiones de dimisión de Marlaska por parte de la oposición —incluso de algunos colectivos del instituto armado— no se han hecho esperar. Arrecia el temporal político contra Marlaska, pero el exjuez está demostrando una mandíbula bastante más resistente que la de políticos de toda la vida, avalado sin fisuras por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

«Un oportunismo insultante»

«Este anuncio de la equiparación salarial de la Guardia Civil y la Policía Nacional con las policías autonómicas se ha anunciado sin hablar con nadie. ¿Cuándo entra en vigor, en qué nómina? ¿Hay presupuestos para dar cobertura a la equiparación?», se preguntan las asociaciones del instituto armado, ciertamente indignadas por la manera de proceder del ministro.

Ninguna de ellas vive ajena a la emergencia sanitaria que ha atravesado España y son plenamente conscientes de que no son el colectivo que más batalla ha dado en el combate contra el coronavirus, librado en los hospitales con turnos inacabables. «Es de un oportunismo total. ¿Va a cambiar nuestro trabajo por 100 euros más al mes?», dicen en la Guardia Civil.

Una lectura atenta al acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros avala el escepticismo de los uniformados. No existe concreción alguna respecto a la subida salarial: «El tercer tramo de la equiparación salarial se hará efectivo en los próximos meses en las nóminas de los agentes». Hasta aquí llega el compromiso del Gobierno.

Las opiniones de la Guardia Civil

Ninguna de las explicaciones de Marlaska ha servido para sofocar el malestar de la Guardia Civil. La asociación mayoritaria en el instituto armado, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), deploró el «exceso de autoridad por parte del ministro del Interior» y arropó a De los Cobos..

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) no dio por buenas las aclaraciones del ministro y subrayó que «dejan muchas dudas sobre si se ha producido o no una injerencia política en la Guardia Civil», particularmente viniendo de «un ministro que ha sido juez» y que, por tanto, conoce el funcionamiento del cuerpo como policía judicial. «Está tardando en dimitir», añadió.

También UniónGC expresó su malestar «por la injerencia de los órganos políticos del Ministerio del Interior en investigaciones judicializadas.

Y así, una detrás de otra. La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC), que integra fundamentalmente a mandos del Cuerpo, aplaudió el digno adiós del número dos. «Opta por la honra en vez de los barcos. Los guardias civiles le aplaudimos el gesto que le honra», dijo.

JUCIL (Justicia para la Guardia Civil), ASESGC (Asociación Escala de Suboficiales la Guardia Civil), Independientes de la Guardia Civil (IGC), la Asociación Profesional de Cabos (APC) y la Unión de Oficiales de la Guardia Civil (UO); todas ellas arroparon a De Los Cobos y a Laurentino Ceña. Y todas, claro, dieron la espalda a Marlaska (y a su dinero).

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