Puigdemont gastó 14M en las embajadas comerciales en el extranjero

La Generalitat catalana paga más de 20.000 euros mensuales por el alquiler de oficinas comerciales en ciudades como Nueva York o París

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La Generalitat cuenta con dos tipos de embajadas: las delegaciones, polémicas por la difusión que hacen del proceso independentista en el extranjero, y las oficinas comerciales, dedicadas a la internacionalización de la empresa catalana. Estas últimas generan menos controversia pese a su elevado coste: en 2017, durante el último año del gobierno de Carles Puigdemont, gastaron 14,3 millones de euros. Este importe incluye dispendios suntuosos como el alquiler de una oficina en Nueva York por más de 21.000 euros mensuales.

Según consta en una respuesta parlamentaria de la consejera Àngels Chacón (Pdecat), de estos 14,3 millones de euros destinados a las llamadas “oficinas exteriores de comercio”, más de 9 millones corresponden a salarios, 2,6 millones a alquileres de sedes y otros 2,6 millones a gastos de funcionamiento.

La Generalitat tenía en 2017 un total de 37 oficinas comerciales repartidas por todo el mundo en las que trabajan 134 empleados. De estos datos se desprende que el salario medio se aproxima a los 68.000 euros anuales y que el alquiler medio de las sedes roza los 6.500 euros mensuales, a los que se suman otros 6.500 euros mensuales en concepto de suministros, equipos o desplazamientos.

La sede más cara es la de París. Cuesta más de un millón de euros al año: 697.000 euros en salarios (en 2018 tenía 9 empleados), más de 230.000 euros de alquiler y 132.000 euros de gastos de funcionamiento. Esta situada muy cerca de los Campos Elíseos. En la actualidad, está dirigida por el francés Christophe Arnoul, que trabaja para el área comercial de la Generalitat desde hace 14 años.

Una oficina en Manhattan

Le sigue la oficina de Nueva York, con un coste de cerca de 900.000 euros anuales, aunque es la que más paga por el alquiler de la sede: 21.219 euros mensuales. Está situada a medio camino entre el edificio de Naciones Unidas y el Empire State. La dirige Sergi Mata. Quim Torra la visitó en junio del año pasado, poco después de proclamarse presidente de la Generalitat.

Después de las oficinas comerciales de la Generalitat de París y Nueva York, inauguradas a finales de lo ochenta, les siguen por coste las de Dubai (857.000 euros anuales, dirigida por la economista Mireia Sitjas), Berlín (798.000 euros, dirigida por el abogado Martí Adroher) y la de Tokio (757.000 euros, liderada por Yuki Kijimoto).

Sorprende el elevado precio de los alquileres de la sedes. Además de Nueva York y París, destacan los de Berlín (14.800 euros mensuales), Washington (13.400) o Sao Paulo (13.300). Por debajo de los 1.000 euros mensuales tan solo está la sede de Johannesburgo (Sudáfrica) que cuenta con un único empleado.

A otra pregunta parlamentaria, la consejera Chacón precisó que la red de oficinas comerciales de la Generalitat contaba al cierre del ejercicio de 2018 con 134 empleados.

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