Rubalcaba: «El estado de alarma ha cumplido su misión al garantizar el derecho a volar de los españoles»

Este sábado los controladores dejan de estar militarizados, coincidiendo con el fin de la alarma

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A las 24 horas de este sábado finaliza el estado de alarma decretado el pasado cuatro de diciembre a raíz de la huelga salvaje de los controladores aéreos. Una acción extraordinaria cuya legalidad ha sido más que cuestionada y que terminará cumpliendo su misión, tal como ha valorado el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba: “los objetivos se han alcanzado, el primero y el más importante el de garantizar la normalidad en los aeropuertos en los primeros días y en unas épocas complicadas donde los españoles que se han traslado en avión estas navidades lo han podido hacer con normalidad, por lo que nos sentimos satisfechos».

Coincidiendo con el final del estado de alerta, los militares saldrán de las torres y dependencias de control. Una decisión que tomó José Luís Rodríguez Zapatero firmando el jueves un real decreto revocando la militarización del control del tráfico aéreo. Según Rubalcaba, estos pasos se han dado porqué el final del conflicto con los controladores aéreos está «encauzado». Y es que ha explicado que ha habido diálogo entre AENA y el colectivo, y éste ha fructificado con algunas decisiones que marcan ya su fin «de forma temporal pero clara».

En esta línea, ha recordado que dentro de la negociación entre ambas partes se ha acordado «la designación de un árbitro, un catálogo de temas y un calendario» y señaló que se han pactado los mecanismos para poner fin a dicho conflicto. Finalizada la negociación el 31 de enero, Miguel Pimentel, el árbitro designado, tendrá de plazo hasta el próximo 28 de febrero para dictar un laudo que será de obligado cumplimiento, no recurrible y ejecutable para ambas partes.

Negociaciones con USCA

A su vez, el portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), César Cabo, se ha mostrado confiado en no tener que llegar al arbitraje. Ha avanzado que hay resueltos muchos de los temas pendientes, pero “el grueso” (“la jornada laboral y la distribución de la carga horaria”, ha comentado el controlador) todavía se tiene que pactar. Para Cabo, lo que más dificulta la negociación es el proceso de privatización de AENA por la «falta de transparencia» de la gestora.

Sobre el trato recibido por parte de los militares, el controlador ha comentado que su trato ha sido «exquisito» siendo en todo momento «muy comprensivos» con los trabajadores. Ha añadido que no han echado en falta a los «gestores de AENA» durante este tiempo de estado de alarma.

Economía Digital

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