Sánchez aborta el relevo de Miquel Iceta por Salvador Illa

El presidente del Gobierno aplaza el cambio de cartel en el PSC aunque el ministro de Sanidad actuará como candidato encubierto en la campaña catalana

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La operación del PSC para sustituir a Miquel Iceta por Salvador Illa como candidato a las elecciones catalanas deberá esperar por orden de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha frenado el relevo en el PSC porque teme que la crisis sanitaria regrese con fuerza en los próximos meses y no piensa renunciar a Illa, ministro de Sanidad, ni ahora ni en otoño.

«Es cierto que Illa va a tomar el relevo de Iceta en el PSC, pero Sánchez no piensa facilitarlo ahora. Así que Miquel Iceta, aunque está un poco harto de todo, va a tener que cumplir y ser el candidato. Otra cosa es la ayuda que se va a prestar a Iceta durante la campaña de las elecciones catalanas, que va a ser tanta como haga falta», explican fuentes conocedoras de las operaciones políticas que manejan los socialistas de cara a los próximos meses.

Desde que se desencadenó la pandemia, Illa se ha ganado la confianza del presidente del Gobierno y Sánchez ha llegado a la conclusión de que el discreto ministro catalán es su mejor opción para afrontar el temido rebrote de la enfermedad en septiembre/octubre. El presidente sabe que le va el cuello en la crisis sanitaria y no está por la labor de permitir en estos momentos que el PSC complete su relevo.

«La cuestión es simple. Si las elecciones catalanas estuvieran un poco más lejos en el calendario, se haría el relevo de Iceta por Illa. Pero van a ser en algún momento de 2020 y Sánchez no va a soltar a una pieza que ahora mismo considera clave en su gabinete», explican las fuentes consultadas.

Sin plan B a Illa

Así que Iceta, aunque hastiado de la política catalana y del combate con los sparrings de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, deberá volver a la arena electoral porque no hay otro relevo con las garantías de Illa. «No, Eva Granados (portavoz parlamentarias del PSC) no es una posibilidad en estos momentos», sentencia con toda contundencia un peso pesado de los socialistas catalanes.

Aunque frustrado el relevo, lo cierto es que llla actuará como una especie de candidato encubierto a las elecciones catalanas, puesto que los socialistas prevén una presencia suya más que destacada.

Y algo igual de importante: Illa mantendrá sus responsabilidades como secretario del área de Organización y Acción Electoral del PSC para seguir en la mejor de las posiciones para tomar más adelante el relevo al frente de los socialistas catalanes.

En todo caso, Sánchez ya ha cerrado cualquier posibilidad de un recambio en estos momentos en el PSC y los socialistas catalanes han asumido que Iceta será el cartel electoral.

Illa en campaña

Aunque descartado como número uno de las listas, el ministro de Sanidad ya se ha ganado la condición de activo electoral entre los socialistas. De ahí que haya sido reclamado por los candidatos del PSdeG a las elecciones gallegas, Gonzalo Caballero, y del PSE-EE a las vascas, Idoia Mendia, para sus respectivas campañas. «Si va estar en actos de la campaña de las gallegas y las vascas, imagínate lo que va a estar en las catalanas», dicen sobre su futuro como candidato encubierto del PSC.

Falta por ver cómo rinde electoralmente un dirigente poco acostumbrado a levantar la voz y a excitar los ánimos de su parroquia. «Tampoco conocíamos al Iceta candidato y fue una sorpresa para todos», dicen sobre sus mítines subidos de decibelios y de bailoteos.

En todo caso, será the last dance para Iceta, ya con ganas de cambiar de rol en la política y convertido en un dirigente más de la inacabable lista de políticos exhaustos con el procés. En los últimos 10 años la lista es difícil de resumir pero incluye a la práctica totalidad de líderes de los partidos catalanes. Todos han acabado cambiando de destino en busca de aire fresco, sea el de Madrid, el de Badalona o el de Waterloo.

Acarició Iceta la posibilidad de ser presidente del Senado, pero ERC y Junts per Catalunya la frustraron al vetar su elección como senador por designación autonómica en el Parlament. Nada desde entonces ha sido igual con Esquerra, que si bien mantiene reservas con Illa, tampoco ve con mejores ojos al líder del PSC.

Junqueras nunca ha perdonado a Iceta su papel político en el culmen del desafío independentista ni su actitud a continuación. Esperaba el líder de ERC algo parecido a una defensa de su inocencia política del líder del PSC y no la obtuvo. Y el asunto sigue creando amarguras entre republicanos y socialistas catalanes, cuyas relaciones no atraviesan un buen momento, particularmente porque Esquerra solo quiere cuerda con el PSOE, que, como se ha demostrado una vez más con el relevo frustrado de Iceta por Illa, es quien manda.

Marcos Pardeiro

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