Torra deja en el aire el papel del procesado Trapero dentro de los mossos

El gobierno de Quim Torra descarta una "purga" en los mandos de los Mossos d'Esquadra una vez levantado el 155 en Cataluña

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La Generalitat sigue asumiendo que la confrontación con el Estado es un camino sin salida. El último gesto lo ha dado la consejera de Presidencia, Elsa Artadi, que ha descartado una «purga» en los mandos de los Mossos d’Esquadra una vez levantado el 155 en Cataluña.

Artadi, además, no ha aclarado aún qué papel tendrá en la policía autonómica el exjefe del cuerpo Josep Lluís Trapero, procesado por «organización criminal» y a quien la juez Carmen Lamela dejó en libertad sin fianza.

“Sigue siendo major de los mossos”, ha afirmado Artadi, aunque no ha aclarado si la intención del Govern es recuperarlo para la primera línea.

Artadi: » Buch no hará una purga que pueda poner en peligro nada»

Artadi ha explicado tras la reunión de este jueves del Govern, que el conseller de Interior, Miquel Buch, debe valorar «cómo ha quedado» el cuerpo de los Mossos d’Esquadra y el departamento de Interior tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

Se tomarán, ha dicho, «las mejores decisiones en beneficio de la seguridad» de los catalanes y, en cualquier caso, Buch «no hará una purga que pueda poner en peligro nada», ha recalcado.

Artadi ha señalado que esta cuestión deberán hablarla Buch y el propio Trapero, aunque sea lo que sea lo que establezcan «no será una decisión precipitada ni inminente».

Los mossos y el 155

La restauración del orden constitucional en Cataluña afectó de lleno al cuerpo policial autnómico. Las primeras reacciones no tardaron en llegar cuando los sindicatos de los Mossos d’Esquadra mostraron su rechazo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

No obstante, en el mismo comunicado que remitieron, admitían que, en esa tesitura, los agentes no tienen margen para la desobediencia.

El 155 supuso que el Gobierno, o el órgano que designe para ello, asumía el mando de los mossos, de forma que sería el Ejecutivo el órgano que dictaría instrucciones «directas y de obligado cumplimiento» a los miembros de la policía de la Generalitat.

La sombra de los mossos como una policía política a las órdenes del indepedentismo siempre ha estado presente. El momento en el que más floreció esta tesis fue durante la intervención del 1-O, cuando se señaló a la policía autonómica de no cumplir con las órdenes judiciales de parar la consulta independentista.

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