ATLL: Todos los responsables del desastre

Muchas personalidades participaron en la adjudicación y el posterior embrollo de ATLL, desde consejeros de la Generalitat a empresarios con influencia

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La adjudicación de ATLL a un consorcio liderado por Acciona por 1.000 millones de euros fue una de esas operaciones que ya empieza viciada. Había muchos actores y varios se repartieron la responsabilidad de que, cinco años después, la gestión vuelva a manos públicas y la jugada le salga muy cara a la Generalitat, que no sólo perderá los 1.000 millones sino que probablemente tendrá que afrontar indemnizaciones millonarias. A continuación, los nombres propios del culebrón ATLL:

Andreu Mas-Colell, consejero de economía de la Generalitat, fue el impulsor de la privatización del agua del área metropolitana de Barcelona. En esa época, en plena crisis y con la caja vacía, la prioridad era facturar los 1.000 millones para bajar cinco décimas el déficit. Por ello, el concurso se hizo con prisas… y se le terminaron encontrando defectos de forma, como los que han terminado por dar lugar a la revocación del contrato.

Lluís Recoder era el consejero de territorio y sostenibilidad, de quien dependía el servicio. Considerado cercano a la gran empresa, se le vio como el hombre que defendió la adjudicación a Acciona, contra parte del ejecutivo catalán más favorable a Agbar, por ser una participada de La Caixa –a través de Suez–. Recoder dejó la consejería con la firma del contrato, que coincidió con el nombramiento de consejeros por la reelección de Artur Mas en 2012. Recoder fichó por KPMG, consultora que en 2016 hizo un informe para defender la gestión de Acciona.

Artur Mas era el presidente de la Generalitat y aunque inicialmente no tenía claro que la decisión hubiera sido correcta, terminó alineándose con Recoder. La realidad es que tras la adjudicación, lo más lógico era defenderla, aunque la OARCC, un órgano consultivo de la Generalitat en concursos públicos, la consideró errónea puesto que Acciona incumplía el calendario de inversiones establecido en los pliegos del concurso.

Lluís Recoder era considerado el defensor de Acciona en el gobierno catalán cuando se adjudicó ATLL

José Manuel Entrecanales, presidente de Acciona, dio la campanada al adjudicarse el contrato, la mayor privatización de la historia de la Generalitat, contra Agbar, que tenía más experiencia en gestión de agua. La compañía, pese a los reveses judiciales, no ha dudado en ir incrementando su participación –compró la participación del banco brasileño BTG Pactual, su principal socio– y ha sido el centro de la polémica por la falta de inversiones y las adjudicaciones de servicios de ATLL a filiales, que han llegado a anticorrupción.

La familia Rodés, junto con los Godia Torreblanca, se aliaron con Acciona para participar en el concurso. Su participación era pequeña, pero su papel importante. Estas dos familias de la burguesía catalana estaban consideradas en aquella época (2012) cercanas a la corte de Artur Mas y Convergència, que había recuperado la Generalitat.

André Esteves, fundador y máximo responsable del banco de inversión BTG Pactual hace cinco años. Este banco entró en ATLL como socio de Acciona con el 39%, pero no era su primera incursión en concesiones de la Generalitat. También entró en Túnels del Cadí, como socio de Abertis, y vendió en 2014 con unas plusvalías de 87 millones de euros. A finales de 2015, Esteves dejó la presidencia de BTG tras ser arrestado en el marco de un escándalo de corrupción en Brasil. Como consecuencia de ello tuvo que vender participaciones como ATLL y no hizo tan buen negocio como con los túneles.

Xavier Alegret

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