Colau constituye el grupo de playas de la Guardia Urbana de Barcelona sin diálogo con los sindicatos

CSIF confía en que la justicia dé un revés a ayuntamiento por llevar a cabo el procedimiento organizativo para esta unidad estival sin diálogo social

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, conversa con el responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle (d), y con el Jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez (i), mientras visita este domingo la comisaría de la Guardia Urbana de la Ramblas. EFE /Quique García

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, conversa con el responsable de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle (d), y con el Jefe de la Guardia Urbana, Pedro Velázquez (i). EFE /Quique García

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El ayuntamiento de Ada Colau tiene otro frente abierto con la Guardia Urbana. La constitución del grupo de playas para este verano, unidad que lleva operativa desde 2012 con el gobierno de Xavier Trias, ha causado malestar en sectores sindicales, que acusan al consistorio de abrir el procedimiento organizativo de esta unidad veraniega sin diálogo social.

El procedimiento para el grupo de playas se convocó el pasado 4 de marzo, uniad que ya ha empezado a operar en las costas de la capital catalana. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha asegurado que este proceso «no se ajusta a derecho» porque «tiene que estar supeditado a la negociación en la mesa general», donde están todos los sindicatos.

El sindicato mayoritario de la policía presentó un recurso contencioso-administrativo contra este proceso organizativo, que dan por ganado. «Es de rápida resolución judicial, aunque cuando se quiera resolver ya habrá pasado el verano y ya habrá hecho su cometido. Se habrán estado vulnerando derechos», ha explicado el portavoz Eugenio Zambrano a este medio.

La denuncia insiste en la vulneración a la libertad sindical

El contencioso se presentó el pasado 15 de marzo, y desde el sindicato aseguran que está admitido a trámite y que están a la espera de juicio. El escrito, al que ha tenido acceso Economía Digital, asegura que las decisiones que «tengan repercusión sobre condiciones de trabajo e los funcionarios públicos» se deberá negociar con las organizaciones sindicales.

«Aún cuando las decisiones de la Administración Pública se encuentren dentro de sus potestades de auto-organización, si las mismas afectan a las condiciones de trabajo, deberá llevarse a cabo la negociación con las organizaciones sindicales más representativas«, explica el texto.

El texto recuerda que a través de este proceso de selección «se impone un nuevo régimen de jornada, horario y calendario que afectará a todos los agentes que actualmente se encuentran en el grupo de playas así como aquellos que decidan participar del proceso, lo que comporta una modificación sustancial de las condiciones de trabajo«.

Zambrano también ha explicado a este medio que se trata de una unidad temporal «solo para los meses de verano», aunque desde el sindicato insisten en que este grupo de la policía municipal debería ser para todo el año, donde esté claramente diferenciada la policía marítima de la Urbana con la unidad de tierra.

El ayuntamiento está tranquilo: «Confiamos en la justicia»

Fuentes oficiales del ayuntamiento han explicado a este medio que cualquier sindicato tiene todo el derecho a presentar un contencioso-administrativo, y confían en que la justicia acabará dando la razón al consistorio. Desde el departamento que dirige Albert Batlle insisten en que en ningún caso se ha cometido irregularidad alguna.

El consistorio remarca en que este proceso es voluntario, donde únicamente se acogen aquellos agentes del cuerpo que estén interesados en pasar durante la campaña estival a la unidad de playas, por lo que sus condiciones solo cambiarían en caso de ser seleccionados para introducirse al grupo veraniego.

Además, explican que esta convocatoria se ha llevado a cabo con el mismo procedimiento desde que el grupo se creó en 2012 con Xavier Trias, sin que se haya llevado a cabo ninguna acción judicial contra esta cuestión hasta este año. «Confiamos en la acción de la justicia», insisten desde fuentes municipales.

Las malas relaciones entre Colau y la Guardia Urbana

Las malas relaciones entre la Guardia Urbana y Ada Colau no son novedad. Las tensiones entre el cuerpo y el ayuntamiento se acentuaron desde la llegada del ayuntamiento de la primera edil municipal, con un cuerpo que ha acusado insistentemente al gobierno municipal de despreciarlos y no atender a sus demandas.

El último encontronazo ha sido por un mural donde se enaltece la quema del furgón policial con un agente dentro durante los disturbios por Pablo Hasél. Tras pedir al consistorio que los equipos de limpieza lo borraran, miembros de CSIF se desplazaron al Passatge de la Canadenca a eliminar el grafiti, que aseguraron que había causado «malestar» entre los agentes.

Sergi Ill

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