El Rey renuncia a proponer candidato a la investidura

Felipe VI constata la falta de apoyos de Sánchez y el presidente del Gobierno en funciones da ya por segura la repetición electoral

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Ni vuelco de última hora, ni prórroga. El rey Felipe VI constató en su nueva ronda de consultas que Pedro Sánchez no cuenta con apoyos y optó este martes por no designar candidato para un segundo asalto a la investidura, según ha informado  la Casa real en un comunicado poco después de que el monarca se lo comunicara en persona a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, así que, ya solo queda esperar a que el lunes venza definitivamente el plazo y se firme el decreto de disolución de las Cortes para que la legislatura se cierre definitivamente y haya repetición electoral el 10 de noviembre. 

Hasta entonces, como subrayó el líder de Cs, Albert Rivera, habría tiempo para un acuerdo que desbloqueara la investidura del presidente del Gobierno en funciones, pero no hay ahora mismo ningún elemento sobre la mesa que permita intuir la posibilidad de un pacto in extremis. Ni entre el PSOE y Unidas Podemos, cuya relación no ha hecho más que degradarse a lo largo de cinco meses de diálogo de sordos, ni entre los socialistas y el partido naranja, cuyas condiciones Sánchez no ha hecho el más mínimo amago de aceptar. De hecho, el propio presidente dio por segura la repetición electoral en una comparecencia minutos después de que se conociera la decisión del Rey.

Rivera y el presidente del PP, Pablo Casado, por el flanco derecho, como por el izquierdo el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, coincidieron este martes en responsabilizar al presidente de lo que Casado calificó de «la historia de un gran fracaso», y en acusarle de haber tenido siempre la repetición electoral como plan A. Sánchez no solo llegó la mayor, sino que señaló a los demás. Y muy especialmente, a los de Iglesias, a los que acusó de haber «impedido cuatro veces la formación de un gobierno progresista». «Lo he intentado por todos los medios, pero nos lo han hecho imposible», se lamentó.

Maniobra estéril de Cs

El Rey tomó su decisión tras finalizar este martes por la tarde la ronda de contactos con, por este orden, Rivera, Casado y Sánchez. Pero antes de esas reuniones, ya estaba claro que el movimiento efectuado por el jefe de filas de Cs el lunes había resultado estéril. Por la mañana, Sánchez habló por teléfono con él, con Casado y con Iglesias, y ya entonces quedó claro que no habría giro final. Por un lado, el PP no compró el planteamiento de Rivera de ofrecer una abstención conjunta de ambas formaciones para facilitar la investidura y le comunicó a Sánchez que su no es firme, según informaron los socialistas. Y, por otro, en el PSOE en ningún momento entraron a negociar las peticiones de Rivera.

De hecho, tras su conversación telefónica, Sánchez envió una carta al líder de los liberales en la que tachó el “Señor Rivera” que la abría inicialmente para sustituirlo por un más cordial “Apreciado Albert” escrito a mano. Pero, más allá de eso, en la misiva se limitaba a reafirmar el planteamiento que los socialistas habían desplegado el lunes, según el cual, a su entender ya están cumpliendo las tres condiciones exigidas por Rivera. No a entender de Rivera, claro, que tachó la respuesta del presidente del Gobierno en funciones, fuera cordialidades, de “tomadura de pelo” y “colección de mentiras”.

Así que cuando por la tarde Felipe VI se reunió con Rivera, Casado y Sánchez, y pese a la trepidación que desencadenó la maniobra de Rivera, la investidura seguía encallada en el mismo callejón sin salida en el que ya estaba el domingo. Y no hubo sorpresas. El pescado estaba vendido.

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