ERC supedita su voto sobre el déficit a la mesa de diálogo

El portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, esperará los resultados de la mesa antes de conceder sus votos al Gobierno para el techo de gasto

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ERC no quiere desvelar hasta «el último minuto» su voto respecto a la senda del déficit que presentará el PSOE. Así lo ha confirmado el portavoz de la formación republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, en alusión a una votación, este jueves, que guarda una estrecha relación con la tramitación de los Presupuestos Generales. 

Esquerra piensa condicionar su votación sobre la senda del déficit a lo que ocurra en la mesa de diálogo entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el Govern catalán, liderado por Quim Torra. La primera reunión se celebra este miércoles a as 16.30 horas en el Palacio de la Moncloa, sin un orden del día claro y habiéndose colado en la mesa representantes extragubernamentales por la parte de Torra.

Sánchez no tiene otra opción que dar cuerda a esta mesa porque la estabilidad de su gobierno en el Congreso depende de ERC. Ya necesitó sus 13 escaños, conseguidos en las elecciones del 10 de noviembre, para poder ser investido como presidente del Gobierno. Ahora, volverá a requerir su apoyo para poder aprobar los nuevos Presupuestos, ya que el Estado aún se maneja con los aprobados durante la administración de Mariano Rajoy, en 2017. 

El PSOE sí tendrá el respaldo asegurado de Unidas Podemos, su socio de gobierno. Falta por conocer la postura de otras formaciones, aunque previsiblemente también votarán a favor el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Más País, Nueva Canaria y Coalición Canaria y Compromís. 

En contra se mostrarán los principales partidos de la oposición, PP y Vox. Ambos suman un total de 141 parlamentarios, a los que se sumarán también los 10 conseguidos por Ciudadanos. De hecho, este mismo lunes, la formación naranja anunció que iría de la mano con los ‘populares’ en las elecciones vascas, al tiempo que el líder del PP, Pablo Casado, anunció que podría extenderse a una candidatura conjunta en unas teóricas elecciones generales.

Del resto de formaciones, las posiciones aún no están confirmadas. EH Bildu, que obtuvo cinco escaños en los comicios del 10-N, asegura que aún estudia qué decisión tomará. Así lo ha explicado la diputada Mertxe Aizpurua, que ha dicho este miércoles que la senda de estabilidad «conculca la autonomía municipalista», ya que impone un techo de gasto demasiado estricto a ayuntamientos que presenten superávit. 

El único diputado de Teruel Existe, Tomás Quitarte, ha reconocido, por su parte, que este mismo miércoles comunicará su voto, presumiblemente por la tarde. 

Hacienda confía en ERC

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado que confía en que ERC no condicione su voto a la mesa de diálogo. «Tengo confianza y espero que ERC y Junts (JxCat) entiendan que para hacer posible este diálogo el Gobierno tiene que tener estabilidad», ha señalado la también portavoz del Ejecutivo de Sánchez, que cree que estar en las «antípodas» ideológicas no impide avanzar.

«Todo lo contrario. Es lo que nos impulsa a poner encima de la mesa propuestas que satisfagan a todas las partes», ha apuntado. Montero también ha confirmado que esperan aprobar los presupuestos «antes de que finalice el verano». «A partir de ahí, tendremos que ir planteando con cada uno de los grupos cuáles son sus prioridades», ha reconocido.

En este sentido, Montero ha dicho a su salida del Congreso que para conseguir esa estabilidad «hacen falta presupuestos». Una posición similar a la que mantiene la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, que ha pedido responsabilidad a los partidos políticos para aprobar «cuanto antes» los objetivos de déficit y, por tanto, avanzar en la tramitación presupuestaria.

Sobre todo, según Calviño, «para no poner en riesgo el crecimiento económico y la creación de empleo». La vicepresidenta tercera también ha valorado favorablemente las estimaciones que apuntan a que la deuda de las administraciones públicas cerrará 2020 será inferior al 95% -tal y como recoge el borrador presupuestario que remitió a la Comisión Europea– así como que estará por debajo del 90% al final de la legislatura, en 2023. 

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