El Gobierno da por encarrilada su relación con ERC y espera su apoyo en el decreto anticrisis

Si a finales de abril el caso Pegasus hizo que se tambaleara la legislatura, ahora socialistas y republicanos suavizan su actitud en la recta final ante el ascenso del PP en las encuestas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la segunda jornada del debate sobre el Estado de la Nación este miércoles en el Congreso. EFE/ Mariscal

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La legislatura ya está en la recta final y el PSOE se quiere ir de vacaciones con las relaciones con sus aliados encarriladas. En primer lugar con su socio de Gobierno, Unidas Podemos, con el que, tras la tormenta, llega la calma gracias al hachazo fiscal a la banca y las eléctricas anunciado por Pedro Sánchez. Pero con quien más tenían que sanar los socialistas era con ERC. Si a finales de abril el caso Pegasus hizo que se tambaleara el Ejecutivo -«si tan chulos son que pacten con Feijóo», amenazó Gabriel Rufián-, ahora los republicanos han decidido suavizar su actitud. Las elecciones andaluzas anticiparon un cambio de ciclo en España y, ante el ascenso del PP en las encuestas, la izquierda busca un acercamiento.

Cierto es que uno de los momentos más polémicos que se han visto estos días en el Congreso de los Diputados lo protagonizó el portavoz de ERC cuando, desde la tribuna, se dirigió al presidente para enseñarle tres balas de la policía marroquí, supuestamente recogidas durante el asalto de la valla de Melilla. «Son balas con las que mataron a 37 personas», aseguró el dirigente independentista, y sus declaraciones provocaron el enfado de Sánchez. Sin embargo, esta acción quedará como algo anecdótico. «Rufián pidió perdón», aseguran fuentes de Moncloa.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz (d), observa la intervención del portavoz de ERC, Gabriel Rufián (i), durante el debate sobre el estado de la nación que comienza este martes en el Congreso. EFE/ Mariscal

Desde el entorno del jefe del Ejecutivo apuntan que el debate «ha ido muy bien» y destacan que en ningún momento se ha mencionado la crisis del espionaje a dirigentes catalanes que durante meses amenazó con hacer saltar la legislatura por los aires al negarse ERC a apoyar el plan legislativo del Gobierno.

De hecho, desde el PSOE esperan que este jueves se apruebe en la Cámara Baja la prórroga del decreto anticrisis hasta finales de año «con bastante más holgura que el anterior», indican estas mismas fuentes. La última vez este proyecto salió adelante en extremis gracias al apoyo de Bildu. En esta ocasión se podría sumar también el sí de los independentistas catalanes. O eso espera el Gobierno.

El Gobierno se juega el apoyo del PNV

Una vez que el Gobierno y ERC recuperan su afinidad, peligra la relación con PNV. Así lo mostró este miércoles el portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban, quien aseguró que la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno no iba a ser posible si el Ejecutivo «no cuida las relaciones parlamentarias» con sus aliados.

«¿Cómo piensa llegar al Gobierno y mantener una mayoría en una próxima legislatura? ¿O es que no le importa? Si no cuida sus relaciones parlamentarias, ¿con quién piensa alcanzar la Moncloa tras las siguientes elecciones?«, planteó Esteban desde la tribuna en el segundo día de debate del estado de la nación. El líder del partido vasco mostró su indignación con Sánchez por no haber comentado previamente con su formación las medidas anunciadas ni haberlas negociado. Especialmente, con los impuestos a la banca y a las empresas energéticas.

«No ha contrastado con sus socios, como si tuviera mayoría absoluta»

«No ha contrastado con sus socios, como si tuviera mayoría absoluta», alegó Esteban, por lo que incumple así el acuerdo de investidura firmado entre ambos partidos. «Cree que con echar más astillas en forma de medidas puntuales a la caldera de la locomotora gubernamental, va a funcionar mejor», subrayó.

Altas expectativas en la reunión entre Sánchez y Aragonés

Una vez que termine el debate del Estado de la nación y la votación en el congreso del decreto ley, el Gobierno se centrará en la reunión de este viernes entre Sánchez y Pere Aragonès. Mientras que la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, afirmó hace dos días que las expectativas de la Generalitat son bajas, desde el Ejecutivo opinan lo contrario. «Cada vez que vamos a Cataluña mejoramos las relaciones», apuntó el titular de Presidencia, Félix Bolaños, ante un grupo de periodistas este miércoles. El viernes pasado el ministro se reunió con su homóloga en Cataluña, Laura Vilagra, en un encuentro que, para Moncloa, fue el primer paso para normalizar las relaciones.

«Cada vez que vamos a Cataluña mejoramos las relaciones»

Una vez dejada atrás la tormenta y los reproches, el Gobierno busca retomar «la senda de los acuerdos y el diálogo». Tal y como informó Economía Digital, Bolaños apuesta por la «política útil» y pactos transversales que ofrezcan resultados «representativos para toda la sociedad catalana, con la voluntad de superar los bloques». Mientras que el president afirmó en una entrevista en Onda Cero que la cumbre fijada para este viernes 15 de julio «tiene que ser un punto de inflexión para poder avanzar decididamente en el proceso de negociación para la resolución del conflicto político».

Noelia Tabanera

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