La ANC lanza su boicot independentista a energéticas españolas en plena escalada de precios de la luz

La organización independentista pretende ganar adeptos con un impulso al relato social, mientras tratan de desconectarse de las grandes proveedoras energéticas españolas como una forma de avanzar hacia la ruptura con España

La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, con la camiseta de la Diada del año 2021 / ANC

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En plena escalada de precios de la luz en Europa como consecuencia de las sanciones económicas de la Unión Europea a Rusia, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha lanzado su nueva campaña para hacer boicot desde el independentismo a las empresas energéticas españolas en su intento por ‘desconectarse’ del resto del país.

La propuesta –que impulsa conjuntamente con las organizaciones afines Xarxa per la Sobirania Energètica, AnemXFeina, la Intersindical-CSC, y la Asociación de Municipios por la Independencia– pretende fomentar el autoconsumo energético con el objetivo de no depender de las eléctricas como una forma de hacer «soberanía energética».

Lo que quiere la ANC es que la mayoría de sectores productivos no sean dependientes de la energía española, como una «herramienta de empoderamiento ciudadano y social». Dicho de otro modo, que las empresas catalanas sean autosuficientes para que la energía se controle en territorio catalán, y eso fortaleza a Cataluña en caso de secesión unilateral.

Crear relato social para ganar simpatías

También, pretende crear «argumentario social» desde el independentismo, con redes de «apoyo mutuo», lo que permitiría recuperar al movimiento partidario de la secesión un cierto relato social, como el que tuvo hasta el referéndum ilegal del 1-O y la posterior DUI, que terminó con la aplicación del artículo 155.

La entidad de Elisenda Paluzie convierte una reivindicación nacional en social. A través de un comunicado, aseguran que pretenden «actuar de forma decidida para ofrecer alternativas a los abusos de los oligopolios y de los centros de poder español, que se demuestran como una lacra para el bienestar de la ciudadanía catalana, reivindicando un modelo de país responsable».

La campaña, que ha elaborado hasta un documento sobre energía comunitaria, también prevé que se impulsen mociones en los ayuntamientos catalanes para impulsar este tipo de modelo energético. La ANC no lo impulsa como una cuestión medioambiental o de sostenibilidad, sino que el objetivo es fortalecer sus conexiones con la secesión.

Otros casos: el intento de infiltración laboral

No es la única herramienta que la ANC impulsa para desvincular a Cataluña del resto de España. La preeminencia de los grandes sindicatos –CCOO y UGT– es algo que también molesta a la organización de Elisenda Paluzie, que trabaja para crear organizaciones amarillas destinadas a diseminar el independentismo en las relaciones laborales.

La organización hizo lo mismo cuando se aprobó la reforma laboral de Yolanda Díaz, que calificaron de «perjudicial para las trabajadoras, trabajadores y empresariado catalán», y criticaban que la nueva norma diera prevalencia a los convenios colectivos de ámbito estatal sobre los autonómicos.

Y es en este contexto que la ANC aprovechó para vender su proyecto de Eines de País, un plan de infiltración en el mundo laboral y patronal a partir del apoyo a La Intersindical-CSC, el sindicato amarillo a favor de la secesión, y la patronal Anem per Feina, que agrupa a ejecutivos alineados con el procés.

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