Aragonès desmiente a Sánchez: «Sí existe confrontación política entre Cataluña y el Estado»

Aragonès ha asegurado que el conflicto entre Cataluña y el Estado por el procés aún sigue presente, después de que Sánchez lo diera por zanjado

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. EFE/Andreu Dalmau

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El conflicto político entre Cataluña y el Estado aún continua. Así lo ha afirmado el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, desmintiendo de esta manera al Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, después de que diera por acabado el procés de independencia en Cataluña.

Así se ha pronunciado el presidente catalán en una declaración institucional tras haber acudido este jueves al breve recibimiento del presidente de Francia, Enmanuel Macron, a la capital catalana en el marco de la celebración de la cumbre hispano-francesa que se celebra en Bacelona, a la que también ha acudido Sánchez.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente galo, Emmanuel Macron. EFE/ Quique García

El conflicto sigue

En su declaración, el president ha asegurado que «mientras el Estado siga mirando para otra banda» seguirá existiendo un «conflicto político». De hecho, Aragonès y Sánchez no se habían vuelto a ver las caras desde la última mesa de diálogo en la Moncloa del pasado mes de julio.

En este sentido, Aragonès ha asegurado que en Cataluña hay una amplia mayoría de ciudadanos que están a favor de celebrar un referéndum de independencia -avalado por las dos partes-, por lo que, para el mandatario catalán, esta es la única solución para resolver el conflicto. No obstante, ha lamentado que el Estado «se niega a dar una respuesta sobre ello».

Una respuesta clara: retomar el diálogo y la negociación

Así las cosas, el presidente republicano ha dado una respuesta clara a Sánchez: «En Cataluña no renunciaremos a ofrecer a los ciudadanos el derecho de decidir sobre el futuro del país».

En esta línea, ha insistido en retomar de nuevo el diálogo y la negociación con el objetivo de construir conjuntamente una «respuesta democrática», justificando que en una democracia «no se puede anular la voluntad de la mayoría».

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