La dirección del Pdecat se resigna a la opa hostil de Puigdemont
Los neoconvergentes avalan la 'Crida per la República' que Puigdemont ha impulsado a sus espaldas y dejan su integración en la misma en manos de sus bases
La operación impulsada por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont para organizar un nuevo movimiento que agrupe al independentismo más allá de las siglas de los partidos, activada a menos de una semana de la asamblea general en la que el Pdecat ha de redefinir estrategias y renovar su cúpula, ha supuesto una sacudida en los preparativos del cónclave de los neoconvergentes, que también aspiran a su vez a un colectivo de este tipo, pero liderado por ellos. O aspiraban. La maniobra es una opa en toda regla y dirección de la formación neoconvergente no se ve con fuerzas para presentar batalla.
El movimiento de Puigdemont, bautizado como Crida Nacional per la República, se presenta este lunes en sociedad, y está avalado también por el actual president, Quim Torra, y por el exlíder de la ANC y presidente del grupo parlamentario de Junts per Catalunya (JpC) Jordi Sànchez, ahora encarcelado en la prisión de Lledoners.
La coordinadora general del Pdecat, Marta Pascal, también asistirá al acto, según ha informado la portavoz de la formación, Maria Senserrich. Y eso, pese a que la iniciativa se ha impulsado a espaldas del partido, como también ha admitido implícitamente Senserrich, que, para no mojarse sobre el asunto, ha alegado que la dirección esperará a la presentación del movimiento porque todavía no tiene suficiente información sobre el mismo.
La dirección se muestra sumisa, y se remite a la decision que tomen las bases en el cónclave del fin de semana
Más allá de eso, la dirección se muestra sumisa, y se remite a la decisión que tomen las bases en el cónclave del fin de semana. «Tenemos que respetar los tempos y esperar que nos expliquen cómo lo plantean, cómo lo quieren hacer, para saber el camino que marcan», ha dicho Senserrich, que ha insistido en que «lo importante es sumar» y en que la formación siempre ha apostado por la transversalidad del independentismo.
La portavoz solo ha expresado una reserva, con aires de pulla: «El movimiento hace un llamamiento a todo el mundo, y el éxito será que todo el mundo se sienta interpelado», ha dicho. Y en ese paquete incluye Senserrich a ERC, que no está por la labor de volver a compartir proyecto político ni candidatura con el entorno del mundo exconvergente.
Pugna interna
El Pdecat ya registró la marca JpC con la intención de impulsar candidaturas independentistas transversales de cara a las elecciones municipales de mayo del año que viene, a la manera de la candidatura liderada por el expresident que obtuvo 34 escaños en las catalanas del 21 de diciembre, y en la que los independientes acabaron teniendo más peso que los miembros del partido liderado por Marta Pascal.
La formación heredera de CDC vive ahora una pugna interna entre la cúpula y la facción más puigdemontitsta y crítica con Pascal, encabezada por el elcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals. La dirección ha tratado de suavizar las fricciones internas planteando una ampliación de la ejecutiva para integrar a los críticos y ofreciendo a Puigdemont la presidencia del partido, pero se ha encontrado una negativa del expresident, que esgrimió la necesidad de priorizar su estrategia de defensa. Y, ahora, con la opa.