El Pdecat evita la renuncia a la vía unilateral en su nueva hoja de ruta

La ponencia política que el Pdecat votará en la asamblea de julio mantiene la autodeterminación como objetivo pero no precisa ningún camino para alcanzarla

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Como ERC en la conferencia que celebra este fin de semana, aunque sin las pinceladas de autocrítica deslizadas por los de Oriol Junqueras, el Pdecat también quiere formalizar la apuesta por un cierto realismo político que, sin renunciar al objetivo de la independencia de Cataluña, sí descarta ceñirse a nuevos plazos y hojas de ruta cerradas. A lo que no renuncia de forma explícita, como tampoco hará finalmente Esquerra, es a la posibilidad de regresar a la vía unilateral. 

«Sin renunciar a nada, sin renunciar a ninguno de nuestros objetivos y anhelos, ha llegado el momento de estructurar una acción política posibilista que consolide de manera progresiva los avances hacia un nuevo estado». Así reza la propuesta de ponencia política que el partido neoconvergente ha hecho llegar ya a su militancia: «Hacia el estado catalán en forma de república».

Pdecat: pura ambigüedad

Ese es el objetivo, el punto de destino. Plantear «un proceso de autodeterminación que haga realidad un estado catalan en forma de republica en el marco de la Unión Europea». Lo que queda en pura nebulosa es el camino a seguir para alcanzarlo. En el texto, la ambigüedad, como en el día a día de la formación y del Govern del que forma parte, es la norma.

La fórmula «sin renunciar a nada» es similar a la utilizada por Esquerra tras los cambios introducidos en su ponencia paa contentar a sus bases: se aboga por buscar salidas dialogadas pero se evita descartar en ninguna parte del texto a la posibilidad de retomar la vía unilateral, para evitar el mosqueo de la militancia -como en el caso de Esquerra, que inicialmente sí daba a entencer esa renuncia, y recibió una cifra récord de enmiendas- y, en este caso, también la del sector puigdemontista y el del propio ex president Carles Puigdemont.

El plan del Pdecat es, sin más concreción, mantener la tensión reivindicativa

En todo caso, la nueva guía estratégica del Pdecat, que reivindica la declaración de independencia que el Parlament votó el 27 de octubre, y que precipitó la aplicación del artículo 155, aboga por exprimir «la acción política en el exilio», es decir, la desplegada por Carles Puigdemont y los ex consellers expatriados, para denunciar «las contradicciones del estado español en relación a la vulneración de derechos políticos». 

Es decir, el plan es, sin más concreción, mantener la tensión reivindicativa. O, dicho en los términos que usa la ponencia, «utilizar al máximo todos los espacios de acción política, en Cataluña, en el Estado español y en Europa para generar el clima adecuado» que permita generar aquello a lo que la portavoz del Govern se refirió esta semana como «ventanas de oportunidad». O «un nuevo 1-O», como dijo el president Quim Torra

El texto también fija como prioridad en una eventual negociación entre Govern y Gobierno la liberación de los líderes independentistas encarcelados, aunque el Pdecat someterá el texto a votación en la asamblea que celebrará del 20 al 22 del mismo mes. Es decir, casi dos semanas después del primer encuentro previsto entre el presidente Pedro Sánchez y Torra, que ya ha dicho que su primera petición será la de un referéndum pactado.

Liderazgo de Puigdemont

El documento reconoce el liderazgo de Puigdemont, que según el partido ha avalado el texto, reivindica igualmente para el Pdecat la paternidad de Junts per Catalunya, y por tanto, su legitimidad para usar la marca, como el partido ya ha decidido hacer en las elecciones municipales de 2019. pero también en lo que se refiere a la apuesta por sumar que esgrime el partido, el redactado navega en la pura ambigüedad y evita precisar el cómo.

El plazo para presentar enmiendas se acaba el 11 de julio. El Pdecat votará en su asamblea otras seis ponencias, además de la política, y finalmente abre la puerta también a renovar a su dirección, pese a que hace un mes, la presidenta del consejo nacional, Mercè Conesa, consideró «extemporáneo» cualquier intento en ese sentido por parte del sector crítico con la actual dirección de Marta Pascal. 

La renovación de la cúpula, por concretar

La ambigüedad se extiende a ese proceso de renovación de la cúpula. Por ahora, la segunda de las ponencias, plantea ampliar la ejecutiva, actualmente integrada por 12 personas, hasta una cifra de entre 20 y 30. Una vez se apruebe esa nueva estructura, en la misma asamblea se votará entre las candidaturas que se hayan presentado, pero los detalles de esa votación no se concretarán hasta que la ponencia, una vez incorporadas las enmiendas, sea definitivo. 

Será entonces cuando se precisará, por ejemplo, si se mantiene la propuesta de que haya, por encima de la dirección, haya una presidencia y varias vicepresidencias. Todo está también supeditado, admiten fuentes del partido, a la negociación con Puigdemont y el resto de líderes en prision o expatriados, para decidir qué papel reservarles, si el de presidente para el primero y las vicepresidencias para los demás, o bien otras figuras.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp