Las prisas del PSOE sublevan a ERC

Ábalos dice que ERC ha renunciado a la vía unilateral y los republicanos lo niegan y le advierten que está alejando "aún más" el acuerdo

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una rueda de prensa. EFE/Enric Fontcuberta

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, en una rueda de prensa. EFE/Enric Fontcuberta

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La secuencia empieza a ser habitual: cada vez que el PSOE sube el volumen de sus altavoces para tratar de acelerar la investidura de Pedro Sánchez, ERC reacciona airada y echa jarros de agua helada a las expectativas de éxito de la negociación.

El lunes de la semana pasada, en vísperas de la tercera reunión de los negociadores de ambas formaciones, ERC ya descartó que la investidura pudiera celebrarse antes de fin de año, como pretendían los socialistas. Y este miércoles, han vuelto a hacerlo, después de que, tras la llamada de Sánchez a Quim Torra, se reactivara el pressing para meterles prisa.

Esta vez, además, al acelerón del PSOE se le suma otro factor que agrava la incomodidad de ERC, porque este martes, el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, entrevistado en TVE, no solo dio a entender que la negociación está en su fase final, sino que, preguntado por la cuestión, consideró que ERC ha renunciado a la vía unilateral. Y eso, por más que los republicanos dejen claro que no están por repetir la experiencia de octubre de 2017, es meter el dedo en la llaga.

Esas afirmaciones han hecho saltar a numerosos sectores de Esquerra, que el sábado celebra su 28 congreso y tiene precisamente en ese punto una de sus patatas calientes, porque, pese a que no aparecía en la propuesta de ponencia política de la dirección, el colectivo Primer d’Octubre -una corriente crítica con la posición dialogante que ahora exhibe la cúpula del partido- insiste en introducir una enmienda que incluya una referencia explícita al mantenimiento de la apuesta por la unilateralidad.

En la conferencia nacional que Esquerra celebró en junio del año pasado, la dirección ya renunció a explicitar esa renuncia, como pretendía inicialmente, y la ponencia que se aprobó entonces acabó diciendo que el partido, pese a priorizar el diálogo, «no renuncia a ninguna vía democrática y pacífica».

Y a esa frase se aferró como si fuera un mantra la republicana Marta Vilalta a la hora de salir a enmendar la plana a los socialistas. «Ábalos no es el portavoz de ERC, así que no habla en nombre del partido. La portavoz de ERC soy yo», zanjó, antes de lanzar una advertencia: «Les dijimos que no siguieran por la vía del chantaje y la presión pública, cada vez que lo hacen lo único que consiguen es alejar el acuerdo», dijo Vilalta, que, como Ábalos, es una de las encargadas de muñir el pacto, y que consideró que si antes ya era difícil alcanzarlo antes de fin de año, ahora lo es «aún más».

Y no es solo una forma de hablar. La forma en que los socialistas -y también Podemos, que se ha sumado al pressing- explican la posición de ERC tensa el congreso del sábado. Así que en Esquerra se sublevan, insisten en que ellos siguen sin tener prisa y desmienten que la negociación haya entrado en su recta final, como dan a entender los socialistas.

ERC y PSOE, encallados en la mesa

Es más, fuentes de la dirección aseguran que tras la reunión del martes de la semana pasada, la tercera, enviaron al PSOE unas «enmiendas» el jueves referidas al calendario y el formato que debería tener la mesa de diálogo institucional que los independentistas reclaman entre la Generalitat y la Moncloa, y que aún no han obtenido respuesta.

Y ese formato del futuro espacio de diálogo es, precisamente, el punto en el que está encallada la negociación, porque los socialistas se resisten a que sea percibido como una mesa bilateral y la Generalitat pueda vender, como pretende, un diálogo «entre iguales», dando a entender que el gobierno central y uno autonómico tienen el mismo estatus, y también el presidente catalán y el del Gobierno.

Sin margen para una investidura antes de Nochevieja

Los republicanos recuerdan, en todo caso, que su militancia votó rechazar la investidura de Sánchez salvo que se active esa mesa de negociación, que ERC pretende que se ponga en marcha inmediatamente después de que se activara el gobierno de coalición PSOE-Podemos, y también que cualquier acuerdo con los socialistas debería ser avalado por su «consejo nacional», el máximo organismo de decisión entre congresos, lo que imposibilita llegar a tiempo de votar la investidura en lo que queda de año. 

Para que eso fuera posible, sería necesario celebrar un pleno como muy tarde el próximo viernes, 27 de diciembre, que tendría que convocarse con un margen de dos días laborables, es decir, el martes 24. Eso obligaría a que el acuerdo se cerrara y fuera avalado por el consejo de ERC como mucho el día 23. Y Vilalta aseguró que ni hay un consejo convocado ese día ni tampoco está previsto hacerlo.

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