Sánchez e Iglesias se enrocan en un bucle con tintes electorales

El PSOE da un nuevo portazo a Podemos y evidencia el desencuentro entre ambas fuerzas a falta de un mes para que se agote el plazo de la investidura

Iglesias, en octubre del año pasado, en el momento de firmar el proyecto de presupuestos. EFE/Zipi

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A falta de un mes para que venza el plazo para la investidura y la legislatura se precipite a una repetición electoral en noviembre, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias siguen instalados en el bucle en el que cayeron en julio.

Este martes se produjo el hasta ahora último episodio del prolongado desencuentro entre el PSOE e Unidas Podemos. El partido morado hizo llegar a los socialistas una nueva propuesta, que puntualmente hicieron pública mediante una nota de prensa. Pese a tratarse de un documento de 119 páginas, los socialistas la rechazaron en tiempo récord.

Y, como no, los de Pedro Sánchez lo anunciaron mediante otro comunicado. De lo que se trata, al parecer, es de seguir retransmitiendo la (no) negociación en vivo y en directo, un modus operandi que evidencia que para ambas fuerzas, tan importante o más que llegar a un acuerdo, es vender la forma en que lo intentan con denuedo, síntoma inequívoco de la poca confianza en que las conversaciones lleguen a buen puerto.

Podemos propone cuatro alternativas para la coalición

La última propuesta lanzada por los de Pablo Iglesias incluía cuatro alternativas para entrar en el gobierno, todas con la exigencia de gestionar un vicepresidencia centrada en los derechos sociales y tres ministerios, que son los que varían en cada una de las opciones. En las distintas combinaciones, se barajan las carteras de Trabajo; Migración y Seguridad Social; Transición Ecológica, Vivienda y Economía Social; Cultura; Agricultura, Pesca y España Vaciada, o Ciencia, Innovación y Universidades.

En el documento, que el lunes cerraron el secretario de Acción de Gobierno de Unidas Podemos, Pablo Echenique y el resto de integrantes del equipo negociador (Ione Belarra, Jaume Asens, Yolanda Díaz, Enrique Santiago y Juantxo López de Uralde) con la intención de desbloquear la negociación, se abogaba por “retomar el diálogo donde lo dejamos en el mes de julio, cuando  la escasez de tiempo impidió que llegáramos a un acuerdo con el PSOE del que estábamos cerca.

Sánchez e Iglesias, instalados en el desencuentro

De hecho, los socialistas ya plantearon la opción de una vicepresidencia de Asuntos Sociales para Irene Montero y tres ministerios el mes pasado, pero entonces Podemos la rechazó. Y ahora, quienes lo descartan son los de Pedro Sánchez. El PSOE, que recibió la propuesta a la vez que los medios, anunció en primera instancia que estudiaría su contenido, pero a las pocas horas anunció otro portazo.

Los socialistas insistieron en la “inviabilidad” de un gobierno de coalición integrado por ambas formaciones, una tesis que entienden que quedó evidenciada con la investidura fallida y que sustentan en la distinta concepción que unos y otros tienen sobre la estructura del gobierno y en las hondas diferencias en asuntos de Estado como por ejemplo en lo que respecta a la crisis catalana, una cuestión en la que los comunes, socios de Podemos, suscriben la reclamación de un referéndum de autodeterminación.  

La de arena la dieron los socialistas respecto de la propuesta programática de la formación morada, que sí consideran «muy próxima» a la suya, de ahí que invitaran a los de Iglesias a hacer otra oferta, eso sí, renunciando a la coalición de gobierno. «Esperamos que pueda lograrse un acuerdo amplico que permita desbloquear la situación y que, pronto, España cuente con un gobierno progresista, feminista, ecologista y europeísta liderado por el PSOE», zanjaron.

Cuenta atrás sin acercamiento

El caso es que, tras el portazo socialista a la nueva oferta de Podemos, Sánchez e Iglesias encaran instalados en el mismo desencuentro en el que cayeron el mes pasado la recta final para ensayar un segundo intento de investidura, para la que el presidente del Gobierno en funciones quiere iniciar a final de mes una ronda de conversaciones con todos los partidos.

El plan de Sánchez era cerrar el resto de apoyos necesarios para garantizarse la reedición del cargo antes de volver a reunirse con Iglesias. Pero,en la investidura fallida de julio ya se vio que las demás formaciones preferían esperar a saber qué como acababan las conversaciones entre PSOE y Podemos, para los que lo único que avanza es la cuenta atrás que culmina el 23 de septiembre.

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