Plataforma per la Llengua lanza otra campaña de espionaje en patios

El PP acusa a la plataforma de iniciar una nueva colecta para espiar a niños en escuelas catalanas y comprobar si hablan en castellano

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La Plataforma per la Llengua vuelve a estar en el punto de mira. El secretario general del PP catalán y diputado en el Parlament, Daniel Serrano, ha acusado este miércoles a Plataforma per la Llengua de hacer una «nueva campaña de espionaje» en escuelas, después de la polémica por un estudio de la entidad -publicado el pasado mes de julio- en el que cifró en un 24,3% las conversaciones en catalán en los patios.

En un comunicado, Serrano ha alertado de que, «tras espiar a niños en 50 escuelas catalanas, ahora la plataforma que recibe dinero público ha iniciado una colecta para seguir con estas acciones». Ante estos sucesos, el PP pidió en julio la comparecencia del conseller de Educación, Josep Bargalló, en el Parlament y registró una batería de preguntas para que el Govern respondiera sobre «este hecho intolerable».

«Nadie se cree que Plataforma per la Llengua haya podido acceder a 50 centros educativos en Cataluña si no está coordinado por el departamento», ha sostenido.

Además, ha recalcado que Bargalló tiene que dimitir «ante la gravedad de estos hechos» y ha pedido al Govern que deje a los niños hablar el idioma que vean oportuno.

Según adelantó este miércoles El Mundo, la Plataforma per la Llengua habría iniciado una colecta de 30.000 euros, de los que ya ha conseguido 10.864, con los que pretende poner en marcha «una gran campaña de sensibilización» para «promover el catalán en los patios de escuelas e institutos». 

Etiquetado en catalán

Aparte de esta campaña en los colegios, la organización ha lanzado un distintivo para diferenciar a las marcas que etiquetan sus productos en catalán de las que no los hacen.

La entidad ofrece distinguir con el «sello de producto lingüísticamente responsable» a los productos que por lo menos estén etiquetados en catalán. Según El Mundo, esto sería a cambio de que la marca que los comercializa les pague una cuota anual mínima que oscila entre los 100 y los 1.000 euros en función del tamaño de la corporación.

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