Qué se cambiará finalmente con la derogación de la reforma laboral

Tras las distintas posiciones mantenidas en el núcleo del Ejecutivo, finalmente serán los aspectos "más lesivos" los que se eliminarán

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Con matices y tras 24 horas variando su discurso, el Gobierno finalmente derogará «algunos aspectos más lesivos» de la reforma laboral como parte de su proyecto de reconstrucción económica tras la crisis del coronavirus

No obstante, no es un asunto ni mucho menos resuelto. En especial, tras lo vivido entre la noche del miércoles y el jueves, donde el Ejecutivo ganó a EH Bildu para prorrogar el estado de alarma pero a cambio perdió a los empresarios, según anunció el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que daba por finalizado el diálogo social. 

La derogación se centrará en tres puntos. El primero, la ratificación de la supresión del despido por absentismo laboral, que ya fue eliminado a mediados de febrero a través de un real decreto. En segundo lugar, la recuperación de la ultractividad de los convenios laborales.

Por último, el gobierno aprobará la prioridad de los convenios de ámbito superior sobre los propios de la empresa, una medida que podrá extenderse a ámbitos como la jornada laboral, las condiciones que afecten al trabajo o la distribución salarial. 

A falta de unos días para su aprobación en el Consejo de Ministros, la división en la cúpula del Gobierno es clara. La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, criticó que sería «absurdo y contraproducente» recuperar el debate sobre la reforma laboral y explicó que las modificaciones se consensuarán con los agentes sociales.

Una tarea complicada tras conocer la posición de Garamendi, representante de los empresarios, que cargó duramente este jueves contra el Ejecutivo asegurado que se había roto el «diálogo social». Los sindicatos, por su parte, también anunciaron que no se sumarían al pacto. 

Qué excluye la derogación

Uno de los aspectos a los que renuncia el Ejecutivo tiene que ver con uno de los mecanismos clave para salvaguardar el mercado laboral durante la crisis: los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). El Gobierno seguirá renunciando la autorización que por el momento requiere el Ministerio de Trabajo para la aplicación de estos procedimientos, lo que habría dificultado la tramitación de los despidos temporales. 

Tampoco se eliminará la opción para las empresas de reducir el salario de su plantilla a través del artículo 41 del Estauto de los Trabajadores, modificado en 2012, por lo que la decisión seguirá correspondiendo a los propios empresarios. 

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