Robles coloca en Washington al exjemad que dimitió por recibir la vacuna

La ministra de Defensa concede un puesto como asesor en Estados Unidos a Miguel Ángel Villarroya, a pesar de haberse colado en las listas de vacunación en enero

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en el acto de nombramiento del militar Miguel Ángel Villarroya, en enero de 2020. EFE

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La vacunación irregular del líder militar Miguel Ángel Villarroya no ha acabado con su carrera profesional. La ministra de Defensa, Margarita Robles, le ha concedido ahora un nuevo puesto de trabajo en Washington, con residencia incluida, para que actué como consejero del Gobierno en asuntos de seguridad.

Dos meses después de que se destapara la polémica por haber recibido la vacuna contra el coronavirus antes de tiempo, el que fuera jefe del Estado Mayor de la Defensa ya ha conseguido un nuevo rol dentro de la cúpula militar que le llevará hasta Estados Unidos y le alejará definitivamente de los focos mediáticos en España.

Robles ha esperado a que se enfriara el terremoto político de su vacunación para recolocar a Villarroya, que se convirtió en uno de los rostros visibles de las Fuerzas Armadas durante la declaración del primer estado de alarma, cuando acompañaba a la ministra en sus ruedas de prensa. Sin embargo, la polémica le dejó relegado a formar parte de la reserva militar, después de que presentase su dimisión a finales de enero.

El Boletín Oficial de la Defensa ha publicado este martes su nuevo nombramiento como consejero en la Misión Observadora Permanente de España en la Organización de los Estados Americanos (OEA) y como asesor para Asuntos de Seguridad Hemisférica. Dos puestos que le mantendrán un perfil político bajo.

Villarroya se saltó los protocolos del Ministerio de Sanidad

Villarroya fue uno de los cargos públicos que protagonizó la oleada de vacunaciones irregulares a principios de año, solo unos días después de que se iniciara la campaña de vacunación con las primeras dosis que envió la farmacéutica Pfizer a España. La publicación en los medios de comunicación de la noticia y la presión social forzaron su renuncia.

Miguel Ángel Villarroya en una comparecencia cuando era jefe del Estado Mayor de la Defensa. EFE

El antiguo jefe del Estado Mayor de la Defensa se saltó los protocolos sanitarios para acceder a la vacuna junto a otros altos cargos de la cúpula militar. El 23 de enero presentó de forma oficial su cese en una carta, aunque argumentó que solo lo hacía para no dañar la imagen de las Fuerzas Armadas.

Villarroya admitió en un comunicado que había tomado «decisiones que considera acertadas y que nunca ha pretendido aprovecharse de privilegios» gracias a su cargo.

Los socios de Gobierno de Pedro Sánchez aplaudieron la decisión de aceptar la salida del dirigente militar, aunque algunos miembros de la oposición apoyaron su tesis. El portavoz nacional del Partido Popular, José Luis Martínez Almeida, llegó a justificar su inmunización por la importancia de su cargo en el Estado. “No estamos hablando de cualquiera”, enfatizó.

Carlos Villar

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