Sanidad permite la segunda dosis con AstraZeneca: voluntaria y con consentimiento informado

El Comité de Bioética plantea un punto intermedio entre la posición del Gobierno y los ejecutivos autonómicos que no quieren poner segundas dosis de Pfizer a los vacunados con AstraZeneca

Un agente de la Policía Nacional recibe una vacuna contra el coronavirus. EFE

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El Comité de Bioética de España ha dado luz verde a la petición de las comunidades autónomas que alzaron la voz en contra de la estrategia planteada por el Gobierno de vacunas con Pfizer en la dosis de refuerzo en aquellos trabajadores esenciales menores de 60 que comenzaron el ciclo con AstraZeneca. Dichas comunidades pedían seguir los tratamientos con el fármaco británico-sueco y así se hará, pero de forma voluntaria y con consentimiento informado.

Para aquellos que vuelvan a recibir la segunda pauta de la vacuna y estén entre esos aproximadamente 2 millones de españoles, les espera tomar la decisión de si seguir la recomendación propuesta por el Gobierno e inyectarse una segunda dosis de Pfizer, algo que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha recomendado ya que la UE tiene un contrato con Pfizer para la compra de 1.800 millones de vacunas más de cara al próximo año y varias plantas de producción en Estados Miembros, por lo que, de inocularse pautas de refuerzo, se hará con esta marca.

Lo que comenzó con una división en Europa, en los Estados Miembros respondieron a la retirada de AstraZeneca de segundas dosis de una forma diferente se ha convertido en una división también entre las comunidades españolas. Mientras que varios países europeos, como Alemania o Italia, se apresuraron a seguir inoculando AstraZeneca en segundas dosis desde un principio, otros, como Francia, inyectaron con Pfizer las dosis de refuerzo. Además, otros, como Dinamarca, sacaron AstraZeneca del catálogo de vacunas y, finalmente, Irlanda y España se mantuvieron a la espera de más información.

No obstante, a lo largo del último retraso de la vacuna a este grupo poblacional, varias comunidades, como Madrid o Andalucía, amenazaron con desobedecer la directriz del Ministerio y empezar a vacunar por su cuenta.

Terminado el estudio CombiVacs de la institución sanitaria, el Ministerio planteó, a inicios de esta misma semana, adoptar la postura francesa en vista de que el estudio no había mostrado ningún dato contraindicador. No obstante, las comunidades españolas gobernadas por el PP, como Madrid, Murcia, Andalucía y Galicia se opusieron, acompañadas también por Cataluña y varias más. Querían, anunciaron las consejerías autonómicas de salud, seguir la pauta con AstraZeneca, una postura avalada por la EMA.

Por otro lado, las comunidades gobernadas por el PSOE votaron a favor de la propuesta del Ministerio a excepción de Castilla-La Mancha y Aragón, que se abstuvieron. Finalmente, Sanidad cedió y envió una proposición intermedia al comité de bioética de España que, en una especie de arbitraje de ambas posturas, reconoce como válidas la posibilidad de inyectar Pfizer como segunda dosis, lo mismo con AstraZeneca, aunque en este último caso, con un consentimiento informado. La decisión recaerá sobre el paciente.

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Andoni Berná Calvo

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